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Inversión de largo plazo en Brasil, visión de IP: Mabe

El mercado carioca es el más seductor de América Latina al ser el más grande de la región, sin embargo, presenta altos aranceles y barreras arancelarias.

A las grandes empresas mexicanas les interesa invertir en Brasil, con una perspectiva de largo plazo, aun con los problemas políticos y económicos por los que atraviesa ahora, afirmó Rafael Nava, director de relaciones gubernamentales de la empresa mexicana Mabe.

Mabe es uno de los mayores productores de electrodomésticos en América, incluyendo operaciones en Brasil, donde una de sus subsidiarias, con dos fábricas de refrigeradores y estufas, entró en quiebra en el 2013, tras lo cual vendió su participación.

¿Se negociará una apertura comercial con Brasil sector por sector?

No hay posición todavía. Se ha pactado aumentar en todo lo posible las fracciones cubiertas en el ACE 53. Hay quienes sí quieren, como el sector químico, en el que empresarios de ambos países están interesados. Pero aun así, el sector químico es demasiado amplio, y se tiene que analizar producto por producto. Pero ellos dicen que se negocie sector por sector, para que productos sensibles no afecten la negociación.

A los gobiernos no les gusta negociar sector por sector, porque pierden mucha flexibilidad, al concentrarse sólo en partes. Lo que ellos quieren es negociar todo y luego hacer las exclusiones. Son distintas estrategias.

México presentó sus peticiones de manera global. Propuso incluir las 30 disciplinas que forman parte del Acuerdo de Asociación Transpacífico (entre ellas, compras gubernamentales, comercio electrónico, resolución de controversias). Éste es un cambio gigantesco frente a un ACE, que es nada más un acuerdo de apertura limitada. Brasil pidió estudiar la propuesta y, esto por sí mismo, es otro cambio gigantesco respecto de las posiciones que ese país ha tomado antes.

¿Complicará el proceso negociador la mayor investigación de corrupción de la historia de Brasil?

No para efectos de esta negociación, porque Itamaraty (el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil) se maneja con independencia de quien esté en el gobierno. Es muy institucional. Ellos van a seguir. La velocidad es lo que puede cambiar. Si la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se mantiene, va a presionar para que se haga rápido. Si la quitan, con el impeachment (juicio político en curso) habrá que ver quién llega.

¿Cómo ven los inversionistas mexicanos a Brasil para invertir?

La situación tradicional es que México ha visto a Brasil como un lugar bueno para invertir, por ser el mercado más grande de América Latina. Si es difícil entrar por los altos aranceles y las barreras arancelarias, lo lógico es invertir. Las grandes empresas mexicanas están interesadas en el mercado brasileño, a pesar de la situación económica y política actual, porque ellos ven a largo plazo. En sentido contrario, Brasil no lo ha visto así, es un peso medio en las exportaciones. Y en inversiones, la que hizo Braskem en México es una punta de lanza que puede mejorar la tendencia.

¿Cómo les está yendo a las empresas mexicanas en Brasil?

En general, mal. Si baja el PIB, es reflejo de que las empresas han bajado su actividad. Con la inflación, la gente tiene menos dinero disponible. Si el costo de tu tarjeta de crédito y de tus otros pagos se va para arriba, compras menos. Y con esto el mercado interno se contrae, que es lo que está ocurriendo. Y por si fuera poco, igual que a México, le están pegando a Brasil los bajos precios del petróleo.

rmorales@eleconomista.com.mx

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