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Ley de tiempos compartidos genera fraudes

Miriam Cortés, gerente ejecutiva de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo (Acluvac), reveló que en Cancún existen 15 denuncias de fraude ante la Profeco.

Cancún, Qroo. Miriam Cortés, gerente ejecutiva de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo (Acluvac), reveló que en Cancún existen 15 denuncias de fraude ante la Profeco, por parte de turistas estadounidenses en la compra de tiempos compartidos, debido a imprecisiones que quedaron tras la modificación de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 029 que regula ese sector.

Según la dirigente, los turistas adquirieron un tiempo compartido mediante una empresa de la que no se tiene registro y al llegar al destino se encontraron con que no existe el condominio donde pensaban vacacionar.

Aunque desde antes de la reforma a la NOM 029 ya existía la posibilidad de que extranjeros comercializaran tiempos compartidos, estaban obligados a registrar el inmueble ante la Secretaría de Economía, entregar a esa misma autoridad sus estados financieros, además de que eran auditados por un despacho contable y tenían que entregar una fianza de 50% de la estimación de sus ventas, pero toda esa regulación se eliminó con la reforma a esa norma a principios del año pasado, explicó.

La dirigente de Acluvac dijo que aunque el espíritu de la modificación de la NOM era desregular los tiempos compartidos, en realidad sólo se consiguió crear una competencia desleal para los empresarios de este ramo bien establecidos en México que cumplen con todos los requisitos que marcan las leyes mexicanas y además pagan sus impuestos.

Lo peor de todo, dijo, es que la NOM 029 contradice lo estipulado por la Ley de Inversión Extranjera, que obliga a tener un registro ante la Secretaría de Economía a todos aquellos foráneos que pretendan realizar actos de comercio en México.

Consideró que la afectación a la venta de tiempos compartidos en Cancún, por esta competencia desleal, es de 1,500,000 pesos durante todo el 2010.

La forma en la que han operado estos vendedores de tiempos compartidos fraudulentos es ofrecer eventos en restaurantes y salones de viajes, en donde se engancha a los compradores y se les ofrecen lujosos departamentos lo mismo en Cancún que la Riviera Maya que en realidad no existen o son propiedad de otras personas; cuando la víctima llega a estos destinos se encuentra con que no tiene ningún derecho sobre ninguna propiedad.

jvazquez@eleconomista.com.mx

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