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Manufactura aditiva, la gran apuesta de la industria 4.0 en México
A diferencia de las manufacturas sustractivas o formativas, la aditiva basa su operación en la adición de materiales para crear una pieza o incluso un producto terminado.
Más de 40 tecnologías son las que integran la llamada Industria 4.0, el concepto que promete el establecimiento de fábricas inteligentes en todo el mundo, en donde toda la cadena de valor, desde la recepción de materias primas, hasta el almacenamiento y venta de productos, está automatizada y los diferentes elementos de dicha cadena están conectados entre sí.
¿Cuáles son las tecnologías que están impulsando la Industria 4.0 en México? Durante la feria Industrial Transformation México Hannover Messe, que se llevó a cabo en León, Guanajuato, del 9 al 11 de octubre, quedó claro que las tecnologías de la Industria 4.0 se dividen entre aquellas que le dan soporte a esta tendencia y aquellas que la implementan.
Entre las primeras se encuentran el cómputo en la nube, el análisis de datos, las redes 5G y la manufactura aditiva, elementos sin los que difícilmente una fábrica podrá llegar a considerarse inteligente, pues son dos de las soluciones en las que se basan todas las demás tecnologías, desde los gemelos digitales hasta el Internet de las Cosas (IoT).
De entre todas estas tecnologías, aquella que puede ser muy bien un retrato de las que soportan a la Industria 4.0 en México es la manufactura aditiva, la cual fue ampliamente mencionada durante la feria de tecnología industrial, nacida en Hannover, Alemania, y que por primera vez se realiza en un país de América Latina.
¿Qué es la manufactura aditiva?
Muchos de los espacios en los que marcas mexicanas y de todo el mundo expusieron sus productos durante la feria estuvieron dedicados a la manufactura aditiva. Popularmente conocida como impresión 3D, la manufactura aditiva se trata de un conjunto de técnicas que, a diferencia de las manufacturas sustractivas o formativas, se basan en la adición de materiales para fabricar un producto.
Aunque la técnica más conocida es el binder jetting o impresión 3D, existen otras seis metodologías, según la norma ISO/TC 261 que utilizar láser o polvos para realizar esta tarea que fue prolijamente en uno de los paneles de la feria, en donde los estudiantes de distintas escuelas tecnológicas como el IPN, el Conalep, y el Tec de Monterrey, mostraron ser los más avezados y los que hicieron las preguntas más acertadas sobre un tema denso en su complejidad.
Si bien el uso de la manufactura aditiva está sobre todo concentrado en México en el cluster de la industria aeronáutica de Querétaro, para David Romero, profesor en Manufactura Avanzada en el Tec de Monterrey, otras empresas están comenzando a explorar la manufactura a nivel industrial.
El profesor dijo que existe cada vez una mayor demanda de productos híper personalizados cuya elaboración supone un alto valor agregado que proviene justamente en buena medida del uso de la manufactura aditiva.
"Gracias a la manufactura aditiva y a la alta demanda del mercado por productos altamente personalizados, estamos viendo a la manufactura aditiva como un elemento para darle valor agregado al cliente", dijo Romero.
Según el académico, la manufactura aditiva tiene la posibilidad de agregar tres nuevas capacidades a las empresas en México: darle valor agregado al cliente con la personalización; nuevos niveles de productividad al eficientar los procesos de producción y agregar una nueva oferta de valor que atiende una necesidad no atendida antes en el mercado.
No sustituye a otras manufacturas
Durante la conferencia sobre la manufactura aditiva, que fue moderada por Romero, estuvieron presentes los representantes de dos empresas extranjeras basadas en México y que están orientadas al sector aeronáutico que ya trabajan con esta tecnología: Honeywell y GE.
Tanto para Noé Mota, de GE, como para Cecilio López, de Honeywell, por el momento la manufactura aditiva solo sirve en aquellos procesos en los que se requiere un bajo volumen de producción con un alto nivel de personalización y calidad, como es el caso de las turbinas y motores de los aviones.
En este sentido, Romero aseguró que los procesos de manufactura aditiva no pueden sustituir por completo a los de manufacturas sustractiva o formativa, pues el mercado demanda una combinación entre personalización y estandarización.
"Estamos en un proceso intermedio entre la producción en masa y la alta personalización", dijo y agregó, en el mismo sentido, que el futuro de la industria 4.0 no radica en que todo el proceso productivo se realice mediante esta tecnología sino que la empresa debe tener la flexibilidad para conocer qué procesos son más eficientes a través de la manufactura aditiva y cuáles, mediante la manufacturas sustractiva y formativa.
"El secreto está en encontrar el balance entre automatización y mecanización, es decir entre el ser humano y la máquina", dijo Romero.
No hay un indicador para saber la tendencia de penetración de la manufactura aditiva en México. Habrá que ver si el impulso a esta tecnología se verá afectado por los 11 meses en los que, según cifras del Inegi, el sector industrial en México ha mostrado caídas consecutivas en su crecimiento, arrastrado sobre todo por la construcción y la minería, aunque algunas verticales de la manufactura también muestran desaceleración.
rodrigo.riquelme@eleconomista.mx
kg