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“México requiere una hoja de ruta rumbo a la revisión del T-MEC”
Si las partes pactan continuarlo, permanecerá vigente por otros 16 años, pero si una parte no confirma su deseo de extender el plazo del acuerdo, habrá una revisión conjunta cada año.
México requiere establecer una hoja de ruta para llegar fortalecido en sus posicionamientos en la primera revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, planteó Claudia Ruiz Massieu, presidenta de una comisión vinculada al seguimiento de ese tratado en el Senado de la República.
El T-MEC ordena evaluaciones integrales cada seis años, específicas cada semestre en materia laboral y medioambiental, y continuas a través de una docena de comités sobre diversas materias.
En específico, el Artículo 34.7 del T-MEC establece una evaluación sobre la operación de este acuerdo comercial, con acciones a proponer en la revisión y la posición de cada país sobre si recomienda extender el término del T-MEC.
“Llegar a esa ratificación en la que vamos a ver ya trascendido una administración más, una legislatura, más creo que implica echar a andar un esfuerzo compartido desde ahora para que quien tenga la responsabilidad de acompañar ese proceso y defender los intereses de México en 2026, se encuentre ya con un camino andado y un piso de solvencia y de fortaleza para defender a México”, dijo Ruiz Massieu.
Las partes se comprometieron a una revisión del acuerdo en el sexto aniversario de su entrada en vigor. Si todas las partes pactan continuarlo, permanecerá vigente por otros 16 años. Si una parte no confirma su deseo de extender el plazo del acuerdo por otro período de 16 años, las partes llevarán a cabo una revisión conjunta del acuerdo cada año.
El T-MEC solo especifica que una "parte" revisará el acuerdo; no establece si sería el Presidente o el Congreso quien revise el acuerdo.
“Es nuestro interés trabajar de la mano del sector privado y del gobierno de la república en construir esa hoja de ruta”, añadió Ruiz Massieu, presidenta de la Comisión Especial de seguimiento a la implementación del T-MEC.
En paralelo, opera un Comité de Competitividad de América del Norte, que está compuesto por representantes gubernamentales de cada parte. Su propósito es discutir y llevar a cabo actividades de cooperación en apoyo a un entorno económico que incentive la producción, facilite el comercio y las inversiones, promueva la circulación de bienes y servicios, responda a los desarrollos del mercado y tecnologías emergentes y promueva una mayor integración económica entre los tres países.
“Esa hoja de ruta debe ser con una con visión integral, con visión transversal, y sin visión, ni de partido ni de ideología, porque el T-MEC, como instrumento de transformación, es patrimonio de todos y responsabilidad, en ese sentido, de todos”, dijo Ruiz Massieu.
Además, ella consideró que se requiere llegar a esa cita de ratificación con la fortaleza que requiere el país, con un balance permanente de cuáles son los compromisos y objetivos del tratado y cuál es su avance, a la vez de anticipar los retos que México tendrá en ese momento, para irlos mitigando.
El Artículo 34.7 del T-MEC establece una evaluación cada seis años con acciones a proponer en la revisión y la posición de cada país sobre si recomienda extender el término del tratado comercial.