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México tiene solidez para enfrentar contingencias: Coparmex
El titular de la confederación dijo que ante el riesgo de una nueva recesión es necesario reforzar el blindaje económico, con un mayor impulso al mercado interno.
México.- Ante el riesgo de una nueva recesión global en 2012, empresarios del país aseguraron que México tiene solidez para sortear con éxito las contingencias, siempre y cuando se refuerce el blindaje económico, con un mayor impulso al mercado interno.
En su mensaje semanal, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gerardo Gutiérrez Candiani, pidió para ello responsabilidad de los actores políticos, en el marco de los procesos electorales.
Sumado a ello, dijo que para que nuestro país salga avante de la posible recesión mundial es necesario un mayor impulso al mercado interno, que refuerce nuestro blindaje económico.
"Podemos convertir los riesgos en oportunidades, con acciones de efecto rápido como las que promueve Coparmex en educación, innovación y desarrollo tecnológico, simplificación fiscal, vivienda, asociaciones público-privadas y banca de desarrollo".
Destacó que el gran reto económico de México en 2012, es detonar un mayor dinamismo interno, que aproveche las ventajas comparativas que poseemos; que nos impulse a avanzar en el gran desafío estructural de destrabar los obstáculos que nos impiden acceder a un crecimiento sostenido, superior a seis por ciento anual, con estabilidad y prosperidad para todos.
Y es que recordó que 2012 se presenta como un año sumamente complejo para la economía internacional. El escenario es de incertidumbre, riesgos importantes y lento crecimiento.
Por lo tanto, aseveró que el riesgo de una nueva recesión global no puede ser descartado, ante la crisis de deuda pública, combinada con alto desempleo, en Europa y en menor medida en Estados Unidos.
Los gobiernos tendrán que tomar medidas de austeridad que contraerán el gasto público, a lo que se suma el proceso de desapalancamiento entre las empresas, el sector financiero y las familias.
Este podría intensificarse en la medida en que haya regulaciones más estrictas, menor demanda agregada, precios inmobiliarios a la baja y contracción del crédito.
El margen de maniobra en política de estímulos fiscales o monetarios es acotado, a lo que se suman las limitaciones propias de un año eminentemente político, por los comicios en Estados Unidos y potencias como Rusia, Francia y China.
"Será difícil que se logren acuerdos sustantivos en torno a los desafíos globales más urgentes y trascendentes, como lo es el problema de deuda soberana en la Eurozona".
Lo más probable es que los países se replegarán hacia sus asuntos internos, con un debate público marcado por las vicisitudes electorales, manifestó.
Bajo este contexto, podemos anticipar que la volatilidad que hemos visto en los mercados financieros se prolongará o inclusive se incrementará.
En particular, hasta que haya soluciones definitivas en la Unión Europea, donde no se logró un acuerdo contundente en la cumbre de Bruselas realizada la semana pasada.
No todos los países aceptaron suscribir a un nuevo acuerdo de reforzamiento de la disciplina fiscal.
Estimó que en 2012, es probable que el dólar de debilite y que tanto los gobiernos de Europa, como de Estados Unidos, tomen medidas drásticas e imprevistas.
Es probable que las tasas de interés tenderán al alza, y que la incertidumbre se extienda a las materias primas.
Hay diversos riesgos que podrían desequilibrar el escenario, desde conflictos en el Medio Oriente, hasta un eventual colapso del euro por la falta de acuerdos.
En Estados Unidos, con las elecciones, estarán a debate temas como el gasto público, sistema de salud, impuestos y una reforma financiera.
Otro riesgo es la fragilidad de los mercados energéticos, alertó.
La demanda en países emergentes y los inventarios en los desarrollados podrían presionar al alza los precios, y con ello, reducir aún más la expectativa de crecimiento.
Igualmente, dijo que no puede pasarse por alto la posibilidad de una mayor desaceleración global si baja el crecimiento en países como la India y en particular en China, donde la inflación podría llevar a ello.
En este contexto, se pronostica que la actividad económica mundial mantendrá tasas de crecimiento del tres por ciento o menos hasta el 2014, casi dos puntos porcentuales por debajo que el promedio en el quinquenio previo a la crisis financiera de 2008.
Más importante para México, estimaciones sobre el crecimiento en Estados Unidos apuntan que estará cercano a dos por ciento en 2012 y menos de 1.5% el año subsiguiente, con bajas en sus importaciones totales por alrededor de dos por ciento en cada uno de esos dos años.
Hay que tomar en cuenta que más de 30% de nuestra economía depende de las exportaciones, y cerca de cuatro quintas partes de éstas van al mercado estadunidense.
El país está en una buena posición ante este escenario, aunque sostuvo que por sí sola, la estabilidad macroeconómica no genera mayor dinamismo.
La falta de un crecimiento más vigoroso y sostenido, se vuelve un riesgo para la propia estabilidad.
"Definitivamente, ante el panorama internacional, las necesidades de la población y los rezagos que tenemos en competitividad, no debemos seguir resignándonos al estancamiento estabilizador".
No podemos hacer del equilibrio macroeconómico nuestra única apuesta para el desarrollo; poner nuestra seguridad y esfuerzos sólo en ello, sostuvo.
RDS