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Preocupa a AmCham tono de cambios fiscales en México
México se encuentra en el momento ideal para subirse al tren del crecimiento económico de Estados Unidos, sin embargo, la inminente reforma fiscal que presentará el gobierno mexicano ya encendió las señales de riesgo entre los inversionistas, además de la inflación, afirmaron representantes de la AmCham.
México se encuentra en el momento ideal para subirse al tren del crecimiento económico de Estados Unidos, sin embargo, la inminente reforma fiscal que presentará el gobierno mexicano ya encendió las señales de riesgo entre los inversionistas, además de la inflación, afirmaron representantes de la American Chamber of Commerce of México (AmCham).
El gobierno mexicano debe trasmitir confianza a los inversionistas para establecerse en el país, coincidieron empresas que operan en México y Estados Unidos, aglutinadas en la AmCham, porque a partir de las reformas impulsadas por el presidente Joe Biden, el 80% de los empresarios consideraron que esperan un impacto positivo en las perspectivas de crecimiento de sus negocios.
La AmCham y PwC (uno de sus socios) realizaron una encuesta a inversionistas sobre “¿Cómo se ha transformado los negocios en México?”, a 100 días del gobierno de Joe Biden, a lo que el 97% respondió que existe un gran optimismo por la recuperación de la economía de EU; mientras que un 44% de pesimismo por la economía de México.
Entre los riesgos que se observan: panorama fiscal y regulatorio en México; inflación; además de política comercial y fiscal global.
Mauricio Hurtado, socio director de PwC México, mencionó que “la gente está muy preocupada, la comunidad de negocios en general, sobre las reformas estructurales” emprendidas por el presidente López Obrador, principalmente por la fiscal que en los próximos días planteará al Legislativo, además de los cambios laborales y energéticos.
En la encuesta realizada durante el mes pasado entre los inversionistas -sin contemplar el resultado de las elecciones en México-, las empresas opinaron que la función fiscal de las organizaciones tendrá un rol más relevante para gestionar los posibles riesgos de un cambio tributario.