Lectura 4:00 min
Reparar caminos, más caro si se aplaza su mantenimiento
Eduardo Ramírez, exlíder del gremio de constructores del país reaccionó a la cancelación de licitaciones de mantenimiento recientemente instrumentada por la SICT.
Puerto Morelos, Quintana Roo. El sector de la construcción se encuentra “muy preocupado” y calificó como “una muy mala decisión” que el gobierno federal haya cancelado las licitaciones para trabajos de mantenimiento a la red de carreteras federales del país, lo cual representará “altos costos” para el país.
Así lo informó Eduardo Ramírez Leal, expresidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), al alertar que el retraso de las obras de mantenimiento que se realizan cada año y que tienen un presupuesto asignado, podría representar -en el futuro- un sobrecosto de entre tres a cuatro veces más de lo requerido en las carreteras, además del daño generado a la población que requiere de esas vías.
En entrevista con El Economista, el ingeniero exlíder de la CMIC dijo: “los constructores deben están muy preocupados, pero el país debe estar más preocupado porque va a haber problemas graves que se van a generar por no conservar las carreteras en buen estado”.
La semana pasada, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) informó que se canceló el programa de las licitaciones nacionales de reconstrucción y conservación de carreteras, el cual tenía asignado un fondo de 11,000 millones de pesos para el 2024 dentro del presupuesto federal, no obstante, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reservó ese monto.
Aunque no se ha mencionado para qué lo destinará, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha dado preferencia de uso de recursos públicos para destinarlos a las obras de infraestructura que ha presumido.
El industrial advirtió que la cancelación de este tipo de obras de mantenimiento de carreteras acarrearía problemáticas de incremento de los accidentes en las vías, por no ser ágiles y los problemas de accidentes aumentar.
“Esta decisión (del gobierno de Andrés Manuel López) puede, también, ser tomada porque los recursos que requiere el actual gobierno para concluir sus obras, pues este posiblemente no estamos tan seguros, pero se necesita hacer ahorro, pero no lo vemos como ahorro sino como una mala decisión”, señaló Ramírez Leal.
Sin embargo, “en los Presupuestos de Egresos de la Federación siempre hay un rubro que tiene que ver con la conservación rutinaria, entonces todos los años se hacen conservación de obras rutinarias y se sacan obras de diferentes tamaños dependiendo de las regiones del país y estas algunas estaban en licitación ya algunas dicen que se han cancelado”.
Alertó que algunas licitaciones son contratos ya cancelados por las autoridades de la SICT, por lo que “se van a tener que enfrentar con algún tema ya de obligaciones que tienen contractualmente y tendrán un costo si se cancelan”.
Encarecimiento
Ramírez Leal mencionó que este tipo de programas son anuales y se les está dando constantemente mantenimiento, de modo que el costo cuando ya se dañaron las infraestructuras por no mantenerlas, puede llegar a ser tres o cuatro veces mayor que una conservación convencional. “Rescatar las infraestructuras después de no haber sido mantenidas adecuadamente, es un impacto muy fuerte económico para el país”, puntualizó.
Explicó que los diferentes climas que tiene nuestro país, algunos lugares se deterioran más rápidamente que en otros, además del paso recurrente eso sin contar el reclamo de toda la industria de tener las condiciones adecuadas de las carreteras para el tránsito de todos los insumos que requerimos la sociedad.
De acuerdo con información a la que tuvo acceso El Economista, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) apoyará en la reparación de tramos carreteros, para lo cual, requirió información a la SICT sobre los lugares donde se quieren los trabajos, aunque no especificó que únicamente se refiera a los tramos que fueron afectados por las obras del Tren Maya (como había instruído el presidente Andrés Manuel López Obrador).