Subsidios a energéticos, boquete para el Estado

Luego de que en el 2002 las ventas de gasolina en el país generaron una recaudación por concepto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de 1.2% del PIB, dicho monto se redujo gradualmente los siguientes años hasta dejar de ser un ingreso, para transformarse en un egreso (subsidio) que alcanzó su pico en el 2008, cuando significó 1.8% del PIB, equivalente a 224,000 millones de pesos.

Así, el IEPS, que gracias al actual régimen fiscal comparativo con los precios internacionales del petróleo ahora convertido en un subsidio a consumidores de petrolíferos en el país, alcanzó de enero a agosto un monto por 101 millones de pesos, superando por 31.1% al acumulado en este rubro durante todo el 2010.

De acuerdo con el especialista del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), John Scott Andretta, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) espera recaudar (erogar) a través del IEPS un total de 169,000 millones de pesos al concluir el año, puesto que el precio internacional por barril ha oscilado alrededor de los 100 dólares.

En el reporte ¿Quién se beneficia de los subsidios energéticos en México? , aún por publicarse por el CIDE y del cual El Economista tiene una copia, Scott Andretta establece que el subsidio energético –en gasolinas, diésel, gas LP y electricidad– ha rebasado en los últimos años 1.8% del PIB, situación que se repetirá en el 2011.

En la investigación del CIDE que forma parte de la serie El uso y abuso de los recursos públicos , Andretta explica que a partir del 2006, cuando el precio internacional del petróleo cruzó la línea de 45 dólares por barril, el IEPS que la SHCP aplica sobre gasolinas y diésel se convirtió en un subsidio y pasó de una recaudación neta de 1.2% del PIB en el 2002 a un subsidio que aumentó año con año hasta llegar a los 223,700 millones de pesos, un monto equivalente a casi seis veces el gasto total de los programas Oportunidades y Seguro Popular de ese año .

En el actual régimen fiscal, cada dólar extra en explotación de crudo por parte de Pemex, que este año fue de 64 dólares por barril, pasa directamente al erario en forma de subsidio para contrarrestar el peso económico que genera la necesidad de importar gasolina y diésel a los elevados precios del mercado mundial.

De acuerdo con Scott, entre el 2005 y el 2010 el gasto acumulado en subsidios a petrolíferos, gas LP y electricidad fue de 1 billón 150,000 millones de pesos, igual a 10% del PIB anual medio de esos años.

kgarcia@eleconomista.com.mx