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Casa Pedro Domecq: revitalizando el mercado del brandy en México

Con un crecimiento sostenido de más del 70% en sus ventas y un equipo que ha duplicado su tamaño, la empresa ha logrado reposicionar marcas icónicas como Presidente y Azteca de Oro.

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Desde su adquisición en 2017 por un consorcio formado por Emperador y González Byass, Casa Pedro Domecq ha experimentado un renacimiento que la ha llevado a consolidarse como un jugador clave en la industria de vinos y espirituosos en México.  

La adquisición incluyó la emblemática Bodegas Domecq y marcas reconocidas de brandy como Don Pedro, Azteca de Oro y Presidente, que en 2017 ocupaba el noveno lugar en el ranking de bebidas espirituosas en México, hoy se encuentra entre las tres primeras marcas del país.

De acuerdo con Mauricio González-Gordón, Presidente del Grupo González Byass y de Casa Pedro Domecq, uno de los mayores retos fue revitalizar las marcas, muchas de las cuales se encontraban adormecidas para el mercado.

“Nos dimos cuenta que los consumidores apreciaban a las marcas, pero teníamos que hablarles en su idioma, teníamos que ponerlas al día, apoyarlas con nuevos productos y nuevas extensiones de marca, teníamos que hacer campañas de comunicación para conectar con ellos. A eso nos hemos dedicado en los últimos años”, expresó González-Gordón en entrevista para El Economista.

De esta manera, la transformación de Casa ha estado guiada por un enfoque estratégico que combina la innovación con el respeto a la tradición.

“Para nosotros siempre ha sido un desafío estar en el mercado mexicano, es un mercado muy competido, sofisticado, importante y con un potencial enorme. Para nosotros, estar aquí siempre nos hace mejores como empresa, más eficientes y competitivos”, señaló Cesar Sánchez, CEO de González Byass y Consejero de la Casa Pedro Domecq.

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De igual manera, Sanchéz destacó que la juventud del equipo ha sido clave en la conexión con nuevas generaciones. “Somos una compañía joven con mucha tradición. (Pedro Domecq) se refunda con un equipo humano y dinámico que vio en tanta tradición y herencia una oportunidad de acercarse al público joven. Ese ha sido uno de los grandes aciertos de la compañía”.

Este enfoque ha permitido que las marcas tradicionales sean vistas como modernas y relevantes por las nuevas generaciones, especialmente aquellos menores de 30 años, quienes representan una parte importante del mercado.

Por su parte, el Presidente y el CEO de Gonzalez Byass resaltan que la sostenibilidad también juega un papel crucial en la estrategia de la compañía. Casa Pedro Domecq ha implementado el programa “People + Planet”, con iniciativas para reducir las emisiones de CO2, optimizar el consumo de agua y aumentar el uso de energías renovables.

“Hemos establecido energía renovable en la bodega del Valle de Guadalupe, que ya se surte más de un 60% de energía fotovoltaica. Nuestras viñas tienen los sistemas más modernos para minimizar el consumo de agua y para entender perfectamente lo que necesita la viña en cada momento. En el ámbito de los transportes y composición de nuestras botellas, estamos trabajando para minimizar nuestra huella”, destacó González-Gordón.

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De cara al futuro, Casa Pedro Domecq no destaca expandirse a nuevas categorías y mercados adyacentes, manteniendo su enfoque en vinos y espirituosos. “Casa Pedro Domeq es optimista. Tenemos, por un lado, una de las grandes marcas mexicanas con un arraigo y una valoración en el consumidor mexicano muy fuerte y, por otro lado, somos una empresa innovadora que busca siempre entrar con nuevos productos y nuevas propuestas para el consumidor”, explicó Cesar Sánchez.

Mauricio González-Gordón señaló también que cuentan con un equipo de profesionales atentos a las oportunidades para aprovecharlas. “El mercado mexicano es el número uno para González Byass en el mundo, por lo tanto, tienen todo nuestro foco, atención y prioridad”, aseguró.

La empresa ve oportunidades para seguir creciendo, especialmente en un contexto donde el brandy y el vino están ganando terreno frente a otras bebidas.

Casa Pedro Domecq y su historia son muestra de cómo una empresa con raíces profundas en la tradición puede adaptarse y prosperar en un mercado en constante evolución. Con una estrategia que equilibra innovación, sostenibilidad y un enfoque en el consumidor, la compañía no solo ha revitalizado sus marcas, sino que ha reafirmado su compromiso con la industria mexicana de vinos y espirituosos.

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