El éxito de los MVNOs en México no podría replicarse pronto en Brasil

Sao Paulo.- La notoriedad que han alcanzado los operadores móviles virtuales en el mercado móvil mexicano, por las 135 marcas que componen este segmento de negocio y los casi 17 millones de usuarios finales que atienden en conjunto estas compañías, no podría replicarse pronto ni fácilmente en Brasil, por factores tributarios y de marco regulatorio, más que por motivos económicos atribuibles al consumidor.

Brasil es un mercado con más de 252 millones de líneas celulares activas y presenta una penetración celular del 107.3%, además de que es uno de los países latinoamericanos con un mercado móvil más balanceado, con tres grandes operadores que detentan un tercio del negocio celular.

Brasil, al ser un mercado tan competido por Vivo de Telefónica, TIM de Telecom Italia y Claro de América Móvil, que salen al mercado de manera aguerrida con ofertas de servicios móviles 5G, incluso con algunos servicios empaquetados con productos del segmento fijo, hace difícil que los usuarios conozcan poco de los operadores móviles virtuales o MVNO, por sus siglas en lengua inglesa.

Los consumidores brasileños también tendrían que conocer de incentivos de los MVNO para abandonar marcas como Vivo o Claro, que cuentan con infraestructura propia y centros de atención personal prácticamente en cada plaza comercial de Sao Paulo, por ejemplo, algo de lo que adolecen los operadores móviles virtuales en México.

Estos son algunos factores que complicarían a los operadores móviles virtuales alcanzar en seis años —el tiempo que lleva activa en México la Red Compartida de Altán, principal red mayorista a la que ese tipo de compañías compran gigas de datos móviles para revenderlos al consumidor final— una cuota de mercado de 17 millones de consumidores, un tamaño, en términos de volumen, similar al que tienen juntas Telefónica y Bitel en Perú.

Bruno K. Ajuz, vicepresidente en jefe de Telecall de Brasil, una compañía que en 2025 arranca operaciones como operador de red 5G en Colombia, reconoció que en Brasil el segmento MVNO no ha evolucionado como sería deseable por esa parte de la industria de telecomunicaciones.

“El segmento todavía enfrenta dificultades regulatorias, especialmente en términos de impuestos. No hay forma de que un operador móvil virtual pueda pagar los mismos impuestos que los grandes operadores”, dijo Ajuz en una intervención en Futurecom 2024.

Al primer semestre de 2024, Brasil era un mercado de 5.6 millones de líneas celulares atendidas mediante el concepto MVNO y si bien fue un nicho de negocio que registró un crecimiento interanual del 31%, el dato es insuficiente para alcanzar una participación de mercado de notoriedad en el contexto del enorme mercado celular brasileño, pues los MVNO participan en ese negocio con alrededor del 2.0% del mercado.

El vicepresidente de Telecall saludó los datos presentados por la presidenta de la Asociación Mexicana de Operadores Móviles Virtuales (Amomvac), Rocío Villanueva, que en Futurecom presumió el siguiente paso que han dado los MVNO en México, ahora con la segmentación de nichos de mercado, ante la existencia de un Telcel que domina el negocio en términos de ingresos y volumen de usuarios.

Villanueva gastó demasiado aliento en contar que los MVNO han ido ahora por nichos como las comunidades de la Diversidad sexual y en apoyo para la mujer, si bien no contó sobre otras marcas que ya ofrecen productos para seguridad y productividades, también desde la capacidad que compran a la Red Compartida de Altán.

Entonces, hay que “pensar fuera de lo común para tener éxito”, saludó el jefe de Telecall a Villanueva, sin que en el lado B de los MVNO en México, la presidenta de la Amomvac contara que es un operador móvil virtual el que prácticamente atiende el mercado, BAIT de Walmart, con alrededor del 70% de las líneas activas, y que además este término queda entre dicho, cuando existe una polémica en México respecto a que los MVNO se niegan a desactivar líneas pasados los 90 días sin uso por parte de los consumidores, de ahí que los operadores de red sostengan que ese tipo de empresas tienen “infladas” sus carteras de clientes.