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Adoptan 2,500 firmas la competitividad
Existen empresas en el estado que enfrentan regazos de hasta 40 años en materia de competitividad porque se aferran a seguir utilizando las viejas prácticas de productividad, administración y calidad, aseguró el Director General del CCM.
Monterrey, NL. Existen empresas en el estado que enfrentan regazos de hasta 40 años en materia de competitividad porque se aferran a seguir utilizando las viejas prácticas de productividad, administración y calidad, aseguró el Director General del Centro de Competitividad de Monterrey (CCM).
Enrique Espino Barros comentó que por ello alrededor de 2,500 compañías regiomontanas de los giros industrial, comercial y de servicios son asesoradas por el CCM con el objetivo de prepararlas para enfrentar un mercado global cada vez más exigente en materia de productividad y calidad.
Afirmó de que el empleo de los métodos más modernos ayudará a las compañías a transformarse en negocios prósperos, esbeltos y competitivos, ya que con las herramientas existentes pueden eliminar desperdicios y reducir costos.
En Nuevo León -de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía- existen alrededor de 60,000 unidades económicas; de las cuales, alrededor de 10,000 del sector industrial requieren salir del confort y entrar de lleno a la cultura de competitividad.
Espino Barros agregó que existen casos de corporativos regiomontanos que, una vez que se deciden a adoptar la cultura de la competitividad como una filosofía de transformación, logran reducir sus inventarios en hasta 70%, eliminan los desperdicios a 100%, reducen sus consumos de energía en hasta 30% y aumentan su producción en más de 50 por ciento. Entre esas empresas destacan Don Colchón, Protexa, Cruz Roja y Cuprum, entre otras.
Gran interés
Recientemente, el CCM realizó un estudio entre 300 directivos de empresas de los giros industrial, comercial y de servicios, en donde la totalidad manifestó su interés por la cultura de la competitividad y su deseo de que exista una mayor vinculación entre las grandes y medianas compañías, así como las pequeñas.
Dicho estudio dio pie al CCM para crear el primer programa empresario, el cual tiene como finalidad que las firmas de mayor tamaño compartan sus prácticas de negocios con las medianas y pequeñas factorías. Así, las grandes empresas como Bimbo, Metalsa y FEMSA compartieron sus prácticas de negocios con las compañías de menor tamaño que tienen la total libertad de copiar y adoptar lo que le transmiten estas trasnacionales.
atorres@eleconomista.com.mx