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Gasto federalizado suma tres años consecutivos con disminuciones

En la transferencia de recursos federales 12 estados presentaron aumentos; el podio se integró por Baja California, Durango y Nuevo León.

Durante el 2021, las entidades federativas y los municipios del país recibieron, por tercer año consecutivo, menos recursos en términos reales por parte del gobierno federal.

Es decir, en los años de pandemia de Covid-19 y de proceso de reactivación económica, los gobiernos subnacionales contaron con una menor transferencia de dinero federal.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el gasto federalizado, que son los recursos que la Federación transfiere a las administraciones estatales y municipales, ascendió a 2.02 billones de pesos en el 2021, monto que fue 1.3% menor al 2020, con ajuste inflacionario.

Este resultado significó registrar tres años con caídas, es decir, durante los tres años de gestión de Andrés Manuel López Obrador.

La importancia del gasto federalizado radica en que representan, en promedio, 84.6% de los ingresos totales de las entidades, antes de la pandemia y sin incluir los recursos por financiamiento, ni a la Ciudad de México (56.1 por ciento). Mientras en los ingresos totales de los municipios del país simboliza 71.7%, aunque en las demarcaciones de mayor rezago social esa proporción llega a 90 por ciento.

El descenso de -1.3% del gasto federalizado fue consecuencia de que solamente dos de sus seis ramos presentaron aumentos: participaciones federales (2.8% a tasa anual en términos reales) y convenios de reasignación (355.4 por ciento).

El ramo más importante del gasto federalizado es el correspondiente a las participaciones federales, que forman parte del gasto no programable (recursos de libre disposición para las administraciones locales) y su entrega depende de la recaudación federal participable, actividad económica y población.

En el 2021 las participaciones mostraron un aumento de 2.8%, tras caer -7.2% un año antes. Lo anterior manifiesta que el incremento referido tuvo una base de comparación baja (efecto rebote) y que el año pasado comenzó el proceso de reactivación económica y de vacunación, aunque insuficiente, ya que en comparación con el 2019, prepandemia, se observa una contracción de 4.6 por ciento.

El segundo ramo más importante de la transferencia que realiza la Federación a estados y municipios es el referente a las aportaciones federales (gasto programable, es decir, está etiquetado), las cuales solventan diferentes problemáticas en educación, salud, infraestructura social, seguridad y fortalecimiento financiero.

Estos recursos se desplomaron -3.4% a tasa anual real, después de tres crecimientos al hilo.

Ambos ramos concentraron 86.4% del total del gasto federalizado que recibieron entidades y municipios el año pasado.

Las otras disminuciones se dieron en convenios de descentralización (-4.1%), recursos para protección social en salud (-7.5%) y provisiones salariales y económicas y otros subsidios (-43.9 por ciento).

Destaca dinamismo en la frontera norte

Por entidad federativa, 12 exhibieron aumentos en su gasto federalizado durante el 2021. El podio se integró por los estados de Baja California (6.6% anual real), Durango (4.5%) y Nuevo León (3.4 por ciento).

También mostraron alzas las entidades de Veracruz (2.5%), Colima (1.7%), Tabasco (1.6%), Morelos (0.4%), Querétaro (0.2%), Aguascalientes (0.2%), Michoacán (0.1%), Sonora (0.03%) y Chihuahua (0.01 por ciento).

Al otro extremo, las caídas más pronunciadas fueron Oaxaca (-5.5%), Campeche (-5.0%), Tlaxcala (-4.6%), San Luis Potosí (-4.5%), Hidalgo (-4.5%), Chiapas (-4.2%), Zacatecas (-4.2%), Guerrero (-4.1%) y Ciudad de México (-3.1 por ciento).

Estas entidades federativas tuvieron menos recursos federales para iniciar su proceso de reactivación económica ante los estragos que trajo consigo la pandemia.

El Fondo General de Baja California aumentó 8.0% en el 2021 y demostró el dinamismo de la recaudación federal participable, que se vio reflejado en el comportamiento positivo del consumo privado; éste se impulsó por el proceso de vacunación en la entidad, sumándose la recuperación económica basada en la inversión y en la manufactura”.

Fernanda Vera Marín, analista del Consejo de Desarrollo Económico de Mexicali

Otras bajas importantes fueron en Tamaulipas (-2.7%), Yucatán (-2.5%), Nayarit (-2.3%), Puebla (-2.3%), Quintana Roo (-2.3%), Estado de México (-2.1%), Guanajuato (-1.7%) y Baja California Sur (0.7 por ciento).

Por monto, las entidades que más recibieron recursos fueron Estado de México (220,105 millones de pesos), Ciudad de México (212,850 millones), Veracruz (132,169 millones), Jalisco (110,588 millones) y Chiapas (97,304 millones); en conjunto, estos estados aportaron 46.7% del total del gasto federalizado.

En contraste, los territorios con la menor cantidad de dinero federal fueron Quintana Roo (26,321 millones de pesos), Nayarit (23,586 millones), Aguascalientes (23,064 millones), Tlaxcala (21,990 millones), Campeche (20,687 millones), Baja California Sur (16,215 millones) y Colima (16,104 millones).

Baja California reactiva su actividad económica

De las 12 entidades federativas del territorio nacional que mostraron incrementos en su gasto federalizado durante el año pasado, la mayor variación se dio en el estado de Baja California, registrando una tasa anual de 6.6% en términos reales. 

Una de las fortalezas de la entidad fronteriza fue el ramo de participaciones, que además de representar 49.1% de su gasto federalizado, demostró que la reactivación económica del estado, respecto al nivel recaudatorio, fue más avanzada que en el resto del país, comentó para El Economista Fernanda Vera Marín, analista del Consejo de Desarrollo Económico de Mexicali (CDEM).

Dentro de las participaciones, que crecieron 3.0% real el año pasado, dijo, el fondo más importante es el General, el cual ascendió a 19,890 millones de pesos, cifra que significó contribuir con 70.3% del total.

“El Fondo General de Baja California aumentó 8.0% en el 2021 y demostró el dinamismo de la recaudación federal participable, que se vio reflejado en el comportamiento positivo del consumo privado; éste se impulsó por el proceso de vacunación en la entidad, sumándose la recuperación económica basada en la inversión y en la manufactura”, aseguró Vera Marín.

Para la especialista, el gobierno del estado hizo un esfuerzo para coordinar la semaforización de manera intermunicipal, “pero fue poco respetada por la ciudadanía y, aunque se tuvieron restricciones y limitaciones en aforos y horario para la industria restaurantera, espacios de espectáculos y nocturnos, los negocios operaban al 100% de su capacidad, lo que se vio reflejado en el aumento de la tributación por cargas fiscales como el IVA”.

estados@eleconomista.mx

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