Lectura 4:00 min
Regiones Bajío y norte, en la mira de empresas suizas
De las 32 entidades del territorio nacional, cinco estados concentran 66.8% de inversión proveniente del país europeo.
Querétaro, Qro. Frente a la tendencia de relocalización de proveeduría, las regiones Bajío y norte destacan entre las más atractivas para la instalación de empresas suizas que alistan planes de inversión en el país, refirió el gerente de la Cámara Suizo-Mexicana de Comercio e Industria (SwissCham) en el Bajío y Occidente, Valentin Pfyffer.
La cámara, agregó, ha tomado conocimiento de proyectos de inversión que están avanzados, así como de las inquietudes de empresas que han externado interés por el país.
La reubicación de proveeduría, añadió, se refleja en dos vías: las ampliaciones y la instalación de nuevas plantas; en el primero de los casos, comentó que hay firmas suizas que desde Querétaro han comenzado a ampliar sus operaciones.
“Hay las empresas que ya tienen producción aquí y que están interesadas en ampliar sus operaciones, ya tuvimos casos en Querétaro. (...) Nestlé, el año pasado anunció una inversión de 2,500 millones de pesos para la modernización de sus dos plantas, Gerber y Carnation”, abundó.
Ahondó en la vertiente de aquellas empresas que ya tienen operaciones en el país, pero que podrían habilitar nuevos centros de producción.
“Y luego las empresas que ya están aquí, a través de ventas, y que ya están interesadas en poner alguna planta, alguna unidad de producción en México; y empresas suizas que vienen de forma ocasional a México, en el marco de foros o expos industriales, que ya nos han dicho también que México les puede interesar y que están evaluando qué lugar sería lo más específico para ellos”, declaró.
En la región del Bajío la cámara agrupa a 25 empresas suizas dedicadas a las industrias automotriz, química, agroalimentaria, construcción y prestación de servicios.
Participación
Del 2006 a septiembre del 2023, cinco estados captaron 5,501.6 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa (IED) proveniente de Suiza, concentrando 66.8% de la inversión suiza que recibió México en ese lapso (8.223.4 millones de dólares), reporta la Secretaría de Economía.
Se trata principalmente de estados de las regiones centro, Bajío, Occidente y norte. Ciudad de México es la principal receptora de inversión suiza al concentrar 33.1% del total que arribó al país (2,728.5 millones de dólares).
Le siguen Estado de México con 14.7% (1,208 millones), Querétaro con 6.9% (565.5 millones), Jalisco con 6.6% (546.3 millones) y Chihuahua con 5.5% (453.3 millones).
Objetivo
En tanto, el gerente de SwissCham en el Bajío y Occidente también habló de la sustentabilidad como una de las prioridades de las firmas suizas, un rubro en el que también han encontrado algunos retos.
Un ejemplo, expuso, es el estrés hídrico que experimenta el estado de Querétaro, por lo que resaltó la importancia de que las empresas empleen medidas para potenciar el cuidado del recurso.
“En Querétaro tenemos un estrés hídrico importante y cuáles son las acciones que las empresas implementan para limitar el consumo de agua, por ejemplo, el reciclaje de agua, lo que es reducciones de emisiones”, dijo.
Desafíos
Entre los desafíos que han encontrado las empresas para aplicar sistemas de este tipo en territorio mexicano, expuso Valentin Pfyffer, están los marcos legislativos.
Declaró que los retrocesos de la reforma energética por parte del gobierno federal han desincentivado al sector productivo para invertir en el uso de energías alternativas, como la solar.
“Son varios retos, uno es el marco legislativo que tiene buenas intenciones, pero no es exactamente lo suficiente exigente hacia las empresas. La idea es que puedan superar estos marcos legislativos. (...) Hubo una reforma energética que se planteó a un punto y que (…) lo hemos echado un poco para atrás, desafortunadamente; y eso ha desincentivado un poco a las empresas para invertir en paneles solares”, aseveró.
Firmas suizas, apuntó, han tenido el interés de posicionarse como líderes en los sistemas de ESG (por las siglas de Environmental, Social and Governance). En ese contexto, dijo, también se busca que las cadenas de producción sean cada vez más sustentables y operen con ética.