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Tramo 5 del Tren Maya no reporta avances de obra
El hallazgo más reciente es una cueva de más de 70 metros de diámetro llamada Tortuga, la cual obligaría a ajustar la vía para evitar riesgos de colapso.
Cancún, QR. A 10 meses del cambio de trazo en el Tramo 5 del Tren Maya para acelerar la construcción del proyecto, no se reportan avances de obra salvo el desmonte de selva al poniente de Playa del Carmen, donde cada vez se encuentran más cuevas y cenotes que obligarían a replantear el trazo.
El hallazgo más reciente es una cueva de más de 70 metros de diámetro llamada Tortuga, justo en el trazo del Tramo 5 sur, la cual obligará a ajustar el trazo para evitar riesgos de colapso, según testimonios recabados entre los trabajadores de ICA que realizan estudios topográficos, los cuales aseguran que ello impide agilizar el avance de obra como lo ha solicitado la Secretaría de la Defensa Nacional a cargo de este tramo.
Mientras en los primeros cuatro tramos del tren ya hay colocación de balasto, construcción de estaciones y tendido de vías, para los tramos 5, 6 y 7 no se mencionan reportes de avance de obra que se transmiten todos los lunes durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El plazo de entrega de los 1,500 kilómetros que abarca todo el recorrido del Tren Maya vence en diciembre del 2023.
El movimiento Sélvame del Tren ha alertado que “entre más tiempo transcurra y aumente la presión para quienes están a cargo de ejecutar la obra se incurrirá en cada vez más improvisaciones que a la larga podrían terminar en una tragedia”.
Modificaciones
El 19 de enero de este año, en su primera conferencia como recién nombrado director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Javier May anunció que se cancelaban las obras de un viaducto elevado que hasta ese entones llevaban por lo menos cinco meses de avance a la carretera 307 por el centro de Playa del Carmen, para mover el trazo de la vía 7 kilómetros al poniente de la ciudad, con el objetivo de “cumplir con los tiempos” de entrega que ha solicitado López Obrador.
Hasta marzo pasado comenzaron a circular las primeras imágenes del desmonte de selva en el nuevo trazo del Tramo 5 sur, lo cual motivó en las semanas siguientes los primeros amparos en contra del proyecto.
Dichos amparos lograron detener hasta por tres meses el avance de la tala de selva por donde correrá la vía, pero ésta se reanudó cuando en julio de este año el gobierno federal denominó al Tren Maya como un proyecto de seguridad nacional, lo cual le permitió continuar el desmonte de selva pese a las suspensiones de obra ordenadas por los jueces.
Durante los juicios de amparo, organizaciones ambientalistas argumentaron que el desmonte de selva se realizó sin estudio previo que avalara la viabilidad de un tren de carga y pasajeros sobre una zona en la que abundan cuevas y ríos subterráneos con alto riesgo de colapso del subsuelo.
El mes pasado, López Obrador reconoció que luego de abrir la brecha en la selva para dar paso a la vía del Tren Maya en el Tramo 5 sur, apenas estaban en la elaboración de estudios para determinar “qué hay en el subsuelo” y definir las soluciones técnicas que se le dará a las innumerables cuevas y cenotes que se encuentran en la zona.
“Ahora no hay trabajos de construcción en el tramo, se abrió la brecha, nada más; se están haciendo los estudios geológicos (…) La decisión es que donde haya ríos subterráneos, cenotes, se opte por hacer desvíos o puentes, viaductos, segundos pisos. En la parte firme se van a poner los cimientos y se van a poner losas para que pase el tren arriba”, expuso el mandatario el pasado 14 de septiembre.
La organización ambientalista Derecho a un Medio Ambiente Sano asegura que durante los amparos que interpusieron contra los tramos 5 sur y norte aportó evidencia suficiente sobre el hecho de que las autorizaciones de impacto ambiental violan al carácter preventivo que un procedimiento de ese tipo debe tener, por ser extemporáneas.
Además de que incumplen ordenamientos ecológicos locales que protegen cenotes y cuevas y que Fonatur no presentó estudios de mecánica de suelos, geofísicos o geohidrológicos para justificar el nuevo trazo del tren.