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Finanzas Personales

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Algunos impactos económicos y financieros asociados con la maternidad

Deberíamos construir procesos que reduzcan las diferencias económicas hacia las mujeres.

El amor de una madre es paz. No necesita ser adquirido; no necesita ser merecido.

Erich Fromm, psicoanalista alemán

Si bien en muchos sentidos seguimos presentando generalmente frente a la maternidad una visión profundamente emocional que, en muchos sentidos, permanece inalterada durante décadas , en la práctica las transformaciones demográficas y económicas de la sociedad (incluyendo por supuesto la mexicana) implican a su vez impactos relevantes hacia la maternidad, que generan y generarán en el futuro impactos profundos para las mujeres.

Hijos, a mayor edad (cuando los hay)

Un primer cambio relevante es el relativo al promedio de hijos que se tienen. En las últimas décadas, México ha presentado una caída del promedio de hijos. A principios de los 60 se tenían en promedio cuatro hijos, mientras que en el 2010 el promedio es apenas superior a dos.

Simultáneamente, la edad en la que se conciben los hijos ha variado, y si bien se tiene un problema focalizado de maternidad adolescente, en promedio la edad de tener el primer hijo ha aumentado significativamente, especialmente en sectores urbanos y educados.

Este cambio impacta, a su vez, los soportes financieros que las mujeres tendrán en su vejez.

Hace algunas décadas una mujer con cuatro hijos podía en muchos casos contar en su vejez con que sus hijos representarían el principal elemento de soporte financiero. Hoy y en el futuro, una mujer que en su etapa de maternidad tendrá en promedio dos hijos (y en muchos casos únicamente uno) no podrá contar con esa red de soporte familiar en su vejez, porque además, en muchos casos, ahora sus hijos (los que tuvo a una mayor edad) no estarán aún en una etapa de plena madurez financiera personal.

Ser mujer en México impacta en sus ingresos

Un segundo aspecto importante se refiere a la dinámica laboral en el país, que implica para las mujeres dos elementos de discriminación. Uno se refiere al menor salario promedio que las mujeres reciben en relación con trabajos iguales desarrollados por los hombres, a lo que hay que sumar el hecho de que, como consecuencia de la maternidad, muchas mujeres tienen un lapso de interrupción de su trabajo remunerado.

Ello tiene impacto tanto en la capacidad de acumulación de recursos para el retiro, como en la capacidad de desarrollo continuo de una vida profesional y, consecuentemente, en la trayectoria salarial.

Vinculado con lo anterior, un tercer elemento que hoy es cada vez más frecuente se refiere al hecho de que ha crecido la proporción de divorcios y, en particular, los que se presentan en mujeres que rebasan los 50 años.

En muchos casos, las mujeres que enfrentan el divorcio a esa edad no tuvieron durante una parte de su vida adulta un trabajo remunerado que les permitiera generar de forma autónoma un recurso patrimonial propio o tuvieron una vida laboral acotada, por lo que no integraron un monto constitutivo adecuado en sus cuentas individuales de seguridad social.

Así, cuando se presenta un divorcio tardío, ven que una parte del recurso patrimonial creado en la vida de casadas se construyó del lado de su ahora excónyuge. Esta terrible combinación, ante la debilidad de esquemas legales y económicos adecuados de protección, anticipa una vida en vejez de precariedad económica.

Apreciar a las madres debería implicar mucho más que reconocer sus méritos en un día. Deberíamos ayudar a construir como sociedad procesos económicos y financieros y marcos legales que reduzcan las diferencias económicas hacia las mujeres; particularmente de aquellas que, por tomar la importantísima decisión de ser madres, ven afectada su vida laboral y financiera.

El mejor homenaje para ellas será construir mecanismos financieros y sociales que garanticen a las madres su independencia y seguridad financiera futura y, consecuentemente, una vejez digna.

El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual y director general de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo.

Síguelo en Twitter: @martinezsolares

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