Asia no teme a las promesas del próximo presidente de EU

Beijing. Donald Trump no podría haber sido más claro en su campaña electoral: China está engañando a Estados Unidos y ha robado millones de trabajos, por lo que se verá obligado a comportarse, si es necesario, a través de aranceles mucho más altos.

Además de que la Asociación Transpacífico (TPP), un ambicioso acuerdo comercial que incluye a una docena de países de la costa del Pacífico, representaría el golpe de muerte para la manufactura estadounidense, argumentó Trump.

Sin embargo, en China y en toda Asia parecía que la victoria electoral de Trump no había sucedido.

La Cámara Baja del Parlamento de Japón siguió adelante y ratificó el TPP, mientras que el mercado de valores japonés subió casi 7 por ciento. También las acciones de China aumentaron más de 1%, y el Partido Comunista argumentó que el panorama general de las relaciones entre China y EU no cambiaría.

Expertos económicos en Beijing argumentaron que las promesas de Trump dañarían a las mismas personas que prometió defender -la clase trabajadora y consumidores estadounidenses- y provocarían represalias por parte de China, que perjudicaría a las empresas de Estados Unidos.

Agregando que la comunidad empresarial estadounidense en China, cuyas inversiones son masivas, podrían verse interrumpidas dramáticamente por una guerra comercial entre las dos naciones. También señalaron que los comentarios de la campaña no son la política del gobierno.

El presidente electo no conseguirá absolutamente nada y creará una gran incertidumbre si continúa con su retórica de campaña sobre el comercio y China , dijo James Zimmerman, presidente de la Cámara Americana del Comercio en China. El presidente electo y su equipo rápidamente se darán cuenta de que es importante trabajar con China, dado que nuestras dos economías son cada vez más interdependientes e integradas.

Del mismo modo, algunos expertos insisten en que las promesas de Trump para elevar los aranceles , así como detener cualquier discusión adicional de la TPP, no pueden simplemente ser ignoradas.

En Seúl, existía la preocupación creciente de que Trump podría exigir la renegociación del acuerdo comercial entre Corea y Estados Unidos, que entró en vigor hace casi cinco años, a pesar de que no hubo ninguna mención de las cuestiones comerciales entre la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye,y Trump el jueves durante una llamada de felicitación.

Funcionarios de gobierno han tratado de restar importancia a los temores sobre el acuerdo, argumentando que Trump no estaría dispuesto a dar un paso tan grave siendo un aliado militar de gran envergadura.

El Instituto de Investigación Económica de Corea estimó recientemente que Corea del Sur perdería 30 millones de dólares en los próximos cinco años si EU concluye el acuerdo de libre comercio entre ambas naciones.