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Boris Johnson cree que fue un desastre dar competencias a Escocia
El primer ministro británico calificó de “desastre” la devolución de competencias a Escocia, un comentario que alienta a los nacionalistas escoceses cuando encuestas recientes muestran que la mayoría apoya ahora la independencia.
Londres. El primer ministro británico Boris Johnson calificó de “desastre” la devolución de competencias a Escocia, un comentario que alienta a los nacionalistas escoceses cuando encuestas recientes muestran que la mayoría apoya ahora la independencia.
Los vínculos que unen al Reino Unido se han visto gravemente afectados en los últimos cinco años por el Brexit, la gestión gubernamental de la pandemia de Covid-19 y los repetidos llamados del Partido Nacional Escocés (SNP) para que se celebre un nuevo referéndum sobre la independencia.
En una videoconferencia con diputados de su Partido Conservador del norte de Inglaterra, Johnson dijo que la devolución de competencias, durante el gobierno de Tony Blair, fue el “mayor error” del exprimer ministro, según reportaron los medios.
La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, líder del SNP, manifestó: “Vale la pena marcar estos comentarios del primer ministro para la próxima vez que los tories (conservadores) digan que no son una amenaza a los poderes del Parlamento escocés, o, aun más increíble, que apoyan la entrega de más competencias”.
Riesgo de violencia
La salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea puede reactivar la actividad de los grupos paramilitares en Irlanda del Norte, advirtió ayer 17 de noviembre, un informe.
Una comisión independiente creada en el 2016 conjuntamente por los gobiernos británico e irlandés subrayó en su informe anual que el proceso del Brexit tiene “el potencial de complicar aún más y de manera significativa el fin de la actividad paramilitar” en Irlanda del Norte.
Y subrayó un “aumento de las tensiones” a medida que se acerca el final del período de transición”.
Uno de los puntos más complicados del Brexit es cómo evitar reinstalar una frontera en la isla de Irlanda que ponga en peligro la frágil paz alcanzada en 1998 tras 30 años de violencia entre republicanos católicos, unionistas protestantes y el ejército británico.
Según esta comisión, los grupos paramilitares “siguen siendo una realidad de la vida de Irlanda del Norte en el 2020”.