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Crisis en Kirguistán: Oposición toma el poder
Lo que hicimos ayer fue nuestra respuesta a la represión y a la tiranía contra el pueblo por parte del régimen de Bakiyev", dijo a la prensa Otunbayeva, quién fuera ministra de Relaciones Exteriores de Bakiyev.
Biskek.- La oposición kirguisa dijo que asumió el poder y disolvió el Parlamento en la empobrecida pero estratégica nación de Asia Central luego de que protestas obligaron al presidente, Kurmanbek Bakiyev, a abandonar la capital.
Roza Otunbayeva, líder del gobierno interino, exigió la renuncia del presidente, a quien ayudó a llegar al poder hace cinco años.
Además dijo que Bakiyev, quien huyó mientras fuerzas de seguridad disparaban a manifestantes que asediaban edificios de Gobierno en sangrientos enfrentamientos en Biskek, estaba tratando de reunir a sus partidarios en su bastión en el sur de Kirguistán.
"Lo que hicimos ayer fue nuestra respuesta a la represión y a la tiranía contra el pueblo por parte del régimen de Bakiyev", dijo a la prensa Otunbayeva, quién fuera ministra de Relaciones Exteriores de Bakiyev.
"Pueden llamar a ésto revolución. Pueden llamarlo una revuelta del pueblo. De cualquier forma, es nuestra manera de decir que queremos justicia y democracia", precisó ante reporteros.
Biskek despertó el jueves con autos en llamas y tiendas incendiadas luego de un día en el cual decenas de personas murieron en choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Columnas de humo negro se elevaban desde la Casa Blanca -como se conoce localmente al principal edificio de Gobierno- mientras multitudes arrasaban el edificio de siete pisos incendiando varias habitaciones. Se produjeron numerosos saqueos.
El levantamiento, que comenzó el martes en una ciudad provincial, fue provocado por el creciente descontento ante la corrupción, el nepotismo y los aumentos de precios en una nación donde un tercio de la población de 5,3 millones vive por debajo de la línea de pobreza.
Rusia tiene una base militar en Kirguistán. Estados Unidos también posee una base militar aérea que apoya a las tropas en Afganistán en la ciudad kirguisa de Manas, y es un importante donante de Kirguistán, junto a China y Rusia en el ex estado soviético.
La OTAN dijo que los vuelos de la base estadounidense en apoyo a sus operaciones en Afganistán fueron suspendidos debido a los disturbios.
Rusia reconoció rápidamente el control de Otunbayeva. Washington declinó comentar la decisión rusa. China solo dijo que está muy preocupado por los disturbios.
Por su parte, la Unión Europea dijo que el país está "entrando a una nueva fase", pero no reconoció al nuevo Gobierno interino.
Control total
El portavoz del primer ministro ruso, Vladimir Putin, dijo que Otunbayeva le había dicho por teléfono que estaba en control total del país y que Putin la veía como "la nueva cabeza del Gobierno".
Putin había negado más temprano que Moscú hubiera intervenido en los choques, y Otunbayeva dijo que el nuevo Gobierno preservaría un acuerdo permitiendo la operación de la base estadounidense, pero que aún quedaban algunos temas al respecto que serían resueltos.
Bakiyev anunció que la base cerraría sus puertas durante una visita a Moscú el año pasado en la que se aseguró la entrega de 2.000 millones de dólares en ayuda para combatir la crisis, sólo para acordar más tarde que la base seguiría abierta cobrando una mayor renta.
Bakiyev huyó de Biskek hacia el sur del país, su tradicional base de poder en una nación dividida por la rivalidad de clanes.
Un testigo dijo que arribó el miércoles a última hora al aeropuerto de Osh, y Otunbayeva dijo más tarde que estaba en su región natal, en Jalalabad.
"Queremos negociar su renuncia (...) Sus asuntos aquí han concluido (...) las personas que murieron aquí ayer son las víctimas de su régimen", dijo Otunbayeva.
La dirigente opositora dijo que todo el país estaba bajo el control del Gobierno interino, excepto Osh y Jalalabad. Las fuerzas armadas y guardias fronterizos apoyaban al nuevo Gobierno, indicó Otunbayeva.
Los portavoces del presidente no estaban disponibles para hacer declaraciones.
En el centro de Osh, cientos de simpatizantes del Gobierno y opositores se enfrentaban entre sí, dijo un periodista de Reuters. Los opositores del régimen de Bakiyev tomaron control del edificio de Gobierno.
La OTAN dijo que habían suspendido temporalmente los vuelos de abastecimiento a través de Manas y algunas naves habían sido desplazadas debido a las protestas, pero que la interrupción no debería afectar significativamente las operaciones o el apoyo logístico el Afganistán.
La embajada estadounidense en Biskek dijo más tarde que la base estaba operando normalmente.
Bakiyev llegó al poder en las protestas de la "Revolución de los Tulipanes" en el 2005, que lideró junto a Otunbayeva y derrocó al primer presidente de Kirguistán tras la era soviética, Askar Akayev.
Violencia
La oposición dijo que al menos 100 personas murieron el miércoles después de que las fuerzas de seguridad abrieron fuego. El Ministerio de Salud estimó la cifra en 75 muertos y más de 1.000 heridos, dijo un funcionario del Ministerio de Salud.
El malestar político por la pobreza, el aumento de los precios y la corrupción se ha instalado en Kirguistán desde comienzos de marzo. El salario mensual promedio es de alrededor de 130 dólares y las remesas de trabajadores en Rusia han mermado abruptamente durante la crisis económica global.
En su primer gran comunicado político, Otunbayeva dijo que reducirá los precios de servicios públicos y que regresará ciertos activos que fueron "privatizados ilegalmente", haciendo referencia a dos compañías de energía.
Los analistas dijeron que los disturbios incrementan también la incertidumbre para los inversores extranjeros en el sector minero de Kirguistán y aumentan la posibilidad de una intervención militar extranjera.
La minera canadiense Centerra Gold dijo el miércoles que su importante mina de oro Kumtor en Kirgustán hasta el momento no ha sido afectada por la violencia.