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Geopolítica

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Dan el último adiós a Margaret Thatcher

Tal como lo hiciera en vida, la ex primera ministra dividió opiniones en su funeral, en el que estuvieron presentes líderes políticos y detractores que dieron la espalda al paso de su féretro.

Londres.- Cargado sobre los hombros de ocho militares, el ataúd de Margaret Thatcher subió los escalones de la principal catedral de Londres el miércoles para un servicio fúnebre al que asistieron la reina Isabel, la élite política británica y dignatarios de todo el mundo.

En vida, la mujer que los soviéticos apodaron la "Dama de Hierro", dividió a la opinión pública británica con sus políticas de libre mercado, que en ocasiones causaron duros cambios en las comunidades. Tras su muerte, las cosas no son muy distintas.

Miles de partidarios se congregaron a lo largo de la ruta que recorrió, primero en un coche fúnebre y luego en un carruaje, el féretro de Margaret Thatcher cubierto por una bandera británica roja, blanca y azul, en su último viaje desde el centro del poder político en Westminster hasta la Catedral de San Pablo.

La mayoría de las personas aplaudía como muestra de respeto, aunque algunas docenas de oponentes daban la espalda a la procesión.

Un hombre sostenía una pancarta que decía "Buuh!" y algunos gritaban "basura", mientras los partidarios de la Dama de Hierro arrojaban flores a lo largo de la ruta y saludaban a la primera ministra británica que más años pasó en el cargo durante el siglo XX.

Thatcher, que gobernó el Reino Unido entre 1979 y 1990, murió el 8 de abril después de sufrir un accidente cerebrovascular.

Los sondeos muestran que muchos están descontentos con que los 10 millones de libras (unos 16 millones de dólares) del funeral los pague el contribuyente, mientras que algunos diputados de izquierda dicen que el pomposo evento es excesivo.

La ex primera ministra fue homenajeada con salvas desde la Torre de Londres cada minuto y con el silencio de las campanas del Big Ben.

Bandas militares británicas interpretaron a Beethoven, Mendelssohn y Chopin durante el mayor funeral para un político británico desde el de Winston Churchill, héroe de Thatcher, en 1965.

"Fue la primera mujer primera ministra, estuvo más tiempo en el cargo que ninguno en 150 años, consiguió algunas cosas extraordinarias en su vida", dijo el primer ministro David Cameron, líder del Partido Conservador de Thatcher.

"Lo que está ocurriendo hoy es absolutamente lógico y adecuado", dijo, rechazando las críticas por los costos y la pompa del acto.

Una nota manuscrita colocada en una corona de flores blancas sobre el féretro decía: "Madre querida, siempre estarás en nuestros corazones".

Más de 700 hombres y mujeres de las fuerzas armadas británicas rindieron homenaje a una mujer que los llevó a la victoria en la Guerra de las Malvinas en 1982, bajo la mirada de dignatarios extranjeros de unas 170 naciones.

La policía se alineó cada 5-10 metros a lo largo de la ruta y tras las barreras.

Las personas se reunieron a lo largo de la ruta de la procesión desde muy temprano en la mañana, con carteles que reflejaban diversos puntos de vista.

"Nos dio a millones de nosotros esperanza, libertad, ambición", decía una pancarta llevada por un hombre, situado a poca distancia de otro que decía "Más de diez millones de libras de nuestro dinero para un funeral Tory (conservador)".

AUSENCIAS DESTACADAS

Sus admiradores argumentan que merecía un funeral a la par del de Churchill.

"Algunas personas dicen que dividió el país: pero si fue tan divisiva, ¿Cómo ganó tres elecciones?", dijo Joseph Afrane, de 49 años, guardia de seguridad del sur de Londres, que llevaba un sombrero de vaquero, chaqueta, zapatos y un reloj engalanados con la bandera británica

A los actos asisten más 2,300 personas, incluidos 11 primeros ministros de todo el mundo, el gabinete británico en pleno, dos jefes de Estado y 17 ministros de Relaciones Exteriores.

Sin embargo, hay ausencias notables. El ex líder soviético Mijail Gorbachev estaba demasiado frágil para viajar y Nancy Reagan, viuda del gran aliado estadounidense de Thatcher Ronald Reagan, tampoco pudo acudir.

Thatcher forjó una relación cercana con Reagan durante la Guerra Fría y fue una de las primeras en decidir que Gorbachev era un hombre con el que ella "podría hacer negocios".

La lista de invitados al funeral ha generado algunos resquemores diplomáticos.

Un portavoz de Cameron negó que Estados Unidos haya desairado a Gran Bretaña por no enviar a un representante de alto rango de la administración del presidente Barack Obama.

En tanto, la embajadora argentina rechazó asistir luego de que Londres dijera que no invitaría a la presidenta argentina, Cristina Fernández, después de un pedido de la familia Thatcher en medio de crecientes tensiones en torno de la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas.

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