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Geopolítica

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El acceso a la electricidad en el mundo disminuyó en 2022 por primera vez en una década

La crisis del Covid-19 y el aumento del precio de la energía por la guerra en Ucrania, a lo que se sumó la inestabilidad en Oriente Medio y la multiplicación de sequías e inundaciones en África subsahariana contribuyeron a este retroceso, explican los expertos.

El número de personas en el mundo sin acceso a la electricidad aumentó en 2022 por primera vez en una década y se situó en 685 millones de personas, indicaron la Agencia Internacional de Energía (AIE) y la ONU en un informe publicado este miércoles.

En 2022, cerca de 685 millones de personas carecieron de electricidad, 10 millones más que en 2021, dado que el crecimiento poblacional sobrepasó al desarrollo de conexiones eléctricas en un contexto de crisis energética, inflación y tensiones geopolíticas, señaló el reporte, en el que también participaron el Banco Mundial, la Agencia Internacional de Energías Renovables y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La crisis del Covid-19 y el aumento del precio de la energía por la guerra en Ucrania, a lo que se sumó la inestabilidad en Oriente Medio y la multiplicación de sequías e inundaciones en África subsahariana contribuyeron a este retroceso, explican los expertos.

El informe destacó que entre 2010 y 2022, 18 países en Latinoamérica lograron acceso universal a este servicio. En 2022, 2.1 millones de personas utilizaban todavía aparatos de cocción nocivos para la salud, a base de carbón, de estiércol, de madera o de desechos agrícolas, cifras similares a las del año anterior.

Los gases emitidos por estos aparatos provocan 3,2 millones de muertes prematuras cada año. En Latinoamérica, cerca de un 35% de la población rural carece de energías limpias y tecnología para cocinar, el doble que en las ciudades y esto tiene un impacto negativo en la salud, especialmente en mujeres y niños.

En contraste, el informe resalta el crecimiento de las energías renovables, sobre todo la solar y la eólica. Las ayudas financieras para el desarrollo de energías bajas en emisiones de carbono en países en desarrollo crecieron en 2022, llegando a los 15,400 millones de dólares, un aumento del 25% comparado con el nivel de 2021.

A pesar de estos esfuerzos, el mundo no tiene la capacidad de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia de energía, los cuales prevén un aumento de la capacidad de producción de la energía renovable de aquí a 2030, señalaron los autores del informe.

Si se mantienen las políticas actuales, 660 millones de personas carecerán de acceso a la electricidad en 2030, 85% de ellos en África subsahariana, y alrededor de 1.800 millones de personas seguirán dependiendo de aparatos de cocción nocivos, según el reporte.

"Existen soluciones para invertir esta tendencia negativa", aseguró Guangzhe Chen, vicepresidente de Infraestructura del Banco Mundial en un comunicado, en el que defendió "la aceleración del despliegue de microredes de energía solar y las instalaciones de energía solar doméstica".

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