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La guerra en Ucrania se retransmite por TikTok
En la madrugada del 24 de febrero de 2022 Rusia iniciaba una ofensiva militar en diversos puntos de Ucrania. Si nos preguntamos a través de qué medio conocimos estos hechos, es muy probable que la respuesta sea a través de las redes sociales. Pero no solo a través de los perfiles de periodistas o medios de comunicación, sino de los propios ciudadanos que se encuentran en el lugar del conflicto.
Las redes sociales se convierten así en un vehículo para conocer de primera mano qué está ocurriendo a través de los dispositivos de las personas que son testigos directos de los hechos.
TikTok y el nuevo modelo de comunicación digital
En 2022, la red social TikTok ya supera los 1 000 millones de usuarios en el mundo. Después de YouTube es, junto con Facebook, la segunda red social en la que los usuarios pasan más tiempo. Unos usuarios que pertenecen mayoritariamente a la generación Z, aunque tras la pandemia provocada por la covid-19 su público se amplió a otras franjas de edad, como los mileniales y la generación X.
TikTok es una red-tendencia que se caracteriza por el empleo del vídeo vertical, la rapidez de consumo y los contenidos breves, espontáneos y fáciles de generar, siendo relevante aquello que se cuenta y también la forma en que se cuenta. Impera la narrativa entretenida y fresca. Además, la red social ha incorporado la funcionalidad de poder realizar vídeos en directo para cuentas de usuarios mayores de 16 años con más de 1 000 seguidores.
Considerando esto, TikTok adquiere una gran relevancia como red social utilizada por los civiles ucranianos para contar el ataque ruso, pero también por los diferentes actores que intervienen en el conflicto y por otros usuarios que publican contenidos relacionados con el mismo.
Viendo la guerra en Ucrania a través de TikTok
La cobertura inicial de la invasión se hizo desde los dispositivos móviles de los ciudadanos desde sus hogares, vecindarios y mientras se desplazaban por las calles.
Las protestas en rechazo a esta invasión en Ucrania que han tenido lugar en Rusia y otras partes del mundo también han sido cubiertas asiduamente por particulares a través de esta plataforma.
Resulta relevante destacar las sinergias que se establecen entre TikTok y otras redes sociales para hacerse eco del conflicto. Twitter es la red social referencia de lo que ocurre en el momento y amplía la cobertura de los hechos en directo compartiendo las retransmisiones que realizan otros usuarios a través de TikTok.
Sin embargo, en Twitter diversos usuarios mostraron su sorpresa porque el conflicto fuera retransmitido a través de TikTok. Para algunos la propia narrativa de la red social, basada en música y retos virales, puede frivolizar el conflicto.
Semanas antes de la invasión rusa ya se mostraron vídeos haciendo referencia a un posible conflicto, incluso haciendo uso de la sátira, un recurso muy potente en esta red social. Sobre este particular, un usuario se pregunta si nos encontramos ante el primer conflicto internacional en TikTok.
Y sí, es probable que así sea. De hecho, se ha creado un perfil específico en TikTok sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.
Pero no solo es menester ciudadano el uso de TikTok para mostrar lo que sucede. También los medios de comunicación se han sumado a ello. Es el caso de la cadena de televisión estadounidense CBS. La presentadora Norah O'Donnell publicó este vídeo en su perfil de TikTok donde explica que “la guerra en Ucrania ha empezado”.
Periodismo, propaganda y desinformación en TikTok
Son muchos los medios que han invertido esfuerzos en esta red social, sobre todo desde 2020, y que están haciendo una cobertura extensa sobre este conflicto en particular, adaptando sus narrativas y mensajes.
También la contraparte está utilizando los mismos medios. El canal de noticias RT, señalado como actor y arma de propaganda rusa, publica en su canal de TikTok contenido sobre el conflicto.
Y es que se debe tener en cuenta que, por sus propias características, TikTok es una red social que facilita también la expansión de la desinformación y exige a los verificadores un trabajo minucioso y diferenciado.
Hay ya muchos casos y referencias al respecto. Por ejemplo, el caso de un vídeo relacionado con este conflicto que ya se había publicado en Instagram en 2016, según agencias de verificación y la propia comunidad de usuarios de la red.
El fenómeno de emplear las redes sociales como vehículo de información en conflictos no es nuevo, aunque sí lo es la incursión de TikTok como ventana de la actualidad.
A través de las redes sociales se pudieron conocer las protestas de la Primavera Árabe en 2011, movimientos ciudadanos como el 15M en España, el conflicto entre Israel y Palestina, la caída de la estatua de Sadam Hussein o la muerte en directo de un dirigente de Hamas.
Se podrían enumerar más ejemplos, e incluso remontarse a 1991, cuando no había redes sociales pero el ataque bélico de la denominada operación “Tormenta del Desierto” se pudo seguir en directo a través de la cadena CNN en la que se considera como la primera guerra televisada. En los ejemplos anteriores mencionados, Facebook y Twitter fueron las redes sociales de referencia. Ahora es TikTok la red social que retransmite la guerra de Ucrania: “War in the time of TikTok”.
Un nuevo escenario con su propio estilo narrativo
Por tanto, nos encontramos en un punto de inflexión en el que TikTok se erige como la red social de referencia para acceder a las imágenes de un conflicto armado cuyas repercusiones tienen un alcance global.
La emisión de la guerra de Ucrania a través de TikTok confiere a la red social el valor de la información y la inmediatez, en un sentido similar a Twitter, pero con la narrativa propia de la red social, que otorga una dimensión hasta ahora poco explorada que va más allá de los retos, los bailes virales y los contenidos frívolos.
Nàdia Alonso López, Profesora e investigadora, Universitat Politècnica de València y Pavel Sidorenko Bautista, Profesor e investigador de la Facultad de Empresa y Comunicación, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.