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Lanzan gases lacrimógenos contra manifestantes que pedían comida
La policía disparó gases lacrimógenos contra una multitud que demandaba alimentos en Sierra Leona, mientras otros residentes desafiaron un confinamiento nacional instaurado para acelerar el fin de la epidemia de ébola que azota el país.
Freetown.- La policía disparó gases lacrimógenos el sábado contra una multitud que reclamaba por suministros de alimentos en Sierra Leona, mientras otros residentes desafiaron un confinamiento nacional de tres días instaurado por el Gobierno para acelerar el fin de la epidemia de ébola en el país.
Sierra Leona ha reportado casi 12,000 casos y más de 3,000 muertes desde que la peor epidemia del ébola en la historia fue detectada en la vecina Guinea hace un año.
Los nuevos casos han caído pronunciadamente desde el máximo de más de 500 a la semana visto en diciembre, pero el Gobierno dice que el sitio, el segundo implementado en la nación africana, es necesario para identificar los últimos infectados y revertir una creciente tendencia a la autocomplacencia.
Las autoridades ordenaron a los seis millones de residentes permanecer dentro de sus casas o arriesgarse a ser detenidos, mientras cientos de funcionarios de salud van de puerta en puerta buscando pacientes no reportados y educando a los residentes sobre qué hacer ante casos de la fiebre hemorrágica.
A los residentes dentro y alrededor de Freetown, uno de los últimos reductos para el brote del ébola, se les dijo que recibirían alimentos y agua, pero muchos señalaron que los suministros se habían agotado al segundo día.
Las autoridades estaban distribuyendo algunos suministros sólo en áreas de extrema pobreza.
En el populoso vecindario de Devil Hole, cientos de personas dejaron sus viviendas para congregarse en un centro de recolección de alimentos. Algunos residentes se quejaron de que no habían recibido comida, lo que generó disturbios hasta que la policía intervino para dispersar a la multitud.
Varias personas fueron arrestadas.
En otros barrios empobrecidos del este y el centro de Freetown, muchos residentes desafiaron el confinamiento y caminaban por las calles en busca de alimentos.
"Hemos agotado todas nuestras reservas esta mañana", dijo Ibrahim Kanu, un hombre de 51 años y padre de seis niños, mientras intentaba comprar arroz en medio de la multitud en la calle East Brook de Freetown.