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Marine Le Pen se va de pesca
Tras La batalla de Whirlpool , donde Marine Le Pen y Emmanuel Macron se lanzaron a la búsqueda del voto obrero francés en una fábrica de electrodomésticos amenazada con el cierre, la pesca enfrentó a los candidatos a la Presidencia del país, que regresaron a la campaña electoral tradicional.
París. Tras La batalla de Whirlpool , donde Marine Le Pen y Emmanuel Macron se lanzaron a la búsqueda del voto obrero francés en una fábrica de electrodomésticos amenazada con el cierre, la pesca enfrentó a los candidatos a la Presidencia del país, que regresaron a la campaña electoral tradicional.
La populista líder de ultraderecha Le Pen se embarcó antes del amanecer en un pesquero en el Mediterráneo, el último de sus esfuerzos televisados para presentarse como la candidata de los trabajadores galos frente a Macron, ex ministro de Economía y centrista, a quien describe como el representante de la élite financiera, política y proeuropea.
Mi abuelo era pescador, así que estoy en mi elemento , dijo Le Pen tras viajar a bordo del arrastrero Grace of God 2.
Le Pen anunció que Francia recuperará el control de sus políticas marítimas si sale elegida en la segunda vuelta del 7 de mayo y atacó de nuevo el programa económico liberal de su rival.
Por la tarde, en una visita a Sarcelles, un suburbio multiétnico del norte de París, Macron criticó el programa odioso de Le Pen, que quiere reducir la inmigración a un tope anual de 10,000 personas.
La acogida a Macron en este suburbio conocido como la pequeña Jerusalén por su importante población judía fue muy distinto al que recibió la víspera en su ciudad natal, Amiens.
Macron fue abucheado durante su visita a Whirlpool, que el gigante estadounidense amenaza con trasladar a Polonia.
El miércoles ambos se verán las caras en un debate.