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Geopolítica

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Miles despiden a niña muerta en Tucson

Miles de personas despidieron Christina Taylor Green, quien nació el 11 de septiembre del 2001 y cuyo nombre fue inscrito en el libro de "Los Rostros de la Esperanza". Christina fue la víctima mortal más joven el tiroteo del sábado pasado, que dejó otros cincos muertos.

Dallas.- Miles de residentes de Tucson, Arizona, salieron hoy a la calle para despedir a Christina Taylor Green, la menor de nueve años que falleció el sábado pasado en un tiroteo, que dejó otros cinco muertos y 13 heridos.

Muchas de las personas que a lo largo de casi un kilómetro flanquearon ambos lados de la calle Shannon Road, vestían de blanco y permanecieron en silencio al paso de la carroza con los restos de la menor, en su camino a la Iglesia de St. Elizabeth Ann Seton para una misa previa a su sepultura.

Una cuadra antes del templo, un grupo de 18 personas vestidas de ángeles, con grandes alas, acompañó a la carroza.

Una bandera de seis metros de alto por nueve de ancho dañada durante el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, colgaba por fuera de la iglesia sostenida de las escaleras de dos carros de bomberos.

La 'Fundación Nueva York Dice Gracias' envió la bandera a Tucson para que fuera izada en el funeral de la niña, que nació el mismo día del ataque terrorista.

Agentes del Sheriff custodiaron la entrada de la iglesia a la que se restringió el acceso ante los miles de dolientes que acudieron y cuya mayor parte permaneció fuera del templo durante el servicio religioso.

El funeral de Christina, la más pequeña de las víctimas, es el primero que se realiza de los seis muertos en la masacre, entre los que se encuentran también un juez federal, un matrimonio de retirados, un joven empleado y un hombre jubilado.

El presidente estadunidense Barack Obama encabezó la noche del miércoles ante unas 26 mil personas reunidas en el campus de la Universidad de Arizona un homenaje a las víctimas y a las 13 personas lesionadas en el incidente, incluyendo a la representante federal demócrata Gabriella Giffords.

'Aquí estaba una niña que acababa de tomar conciencia de nuestra democracia, empezando a comprender las obligaciones ciudadanas, empezando a vislumbrar que algún día, también, podría desempeñar un papel en la conformación de su futura nación', dijo Obama en el homenaje.

'Quiero estar a la altura de sus expectativas. Quiero que nuestra democracia sea tan buena como Christina la imagino. Quiero que Estados Unidos sea tan bueno como ella lo imaginaba', indicó.

La niña fue uno de los bebés nacidos el 11 de septiembre de 2001, que fueron incluidos en el libro titulado 'Rostros de la Esperanza' y su trágica muerte ha conmovido no solo a los habitantes de esta ciudad del sur de Arizona, sino a todo el país.

Un grupo de monjes trapenses en Iowa donó un ataúd de roble rojo hecho a mano para enterrar a la niña.

APR

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