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Geopolítica

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Nuevo temor: armas químicas de Gaddafi 

Las fuerzas rebeldes que se mantienen a la caza del Mandatario temen que los remanentes de su gobierno puedan tener acceso al mortífero gas mostaza.

Al-Ajelat. La documentación que evidencia el embarque de miles de máscaras de gas y trajes de protección contra armas químicas a las fuerzas de Muammar Gaddafi en las últimas semanas de su régimen suscitaron este jueves renovados temores de que lo que queda del gobierno del depuesto líder pueda tener acceso al mortífero gas mostaza.

El Pentágono y una organización internacional de monitoreo de armamento afirman que los restantes arsenales están asegurados. Sin embargo, se cree que se han acumulado 11 toneladas de gas mostaza en un país que súbitamente carece de una sólida autoridad central y en donde las armas proliferan a gran velocidad. Los rebeldes libios dicen estar preocupados porque las restantes fuerzas leales a Gaddafi podrían tener acceso al gas mostaza y podrían utilizarlo en un postrer intento por detener los avances de la oposición.

No ha ocurrido aún, pero no sería raro en Gaddafi , dijo Mohammed Bensarali, un miembro del equipo civil de estabilización de Libia.

Los comandantes rebeldes afirman que dichos temores son una de las razones por las que se están desplazando con mucha cautela, mientras tratan de desplazar a los partidarios de Gaddafi de su pueblo natal de Sirte y de un cuartel estratégico en el desierto, en Al Jufrah.

Gaddafi ya ha recurrido a las armas químicas en el pasado, durante una guerra con su vecino, Chad, en 1987. Sin embargo, acordó desmantelar su programa de producción de armas de destrucción masiva en el 2003, a cambio de un acercamiento generalizado con Occidente. Para evidenciar su compromiso, ordenó la destrucción de 3,300 proyectiles de artillería que podrían haber sido utilizados para transportar armas químicas.

La eliminación de los arsenales de gas mostaza ha sido más tardada. Un cable de la Embajada de Estados Unidos en noviembre del 2009, filtrado por WikiLeaks, sugiere que Libia estaba usando tácticas dilatorias con objeto de conservar fuerza negociadora y obtener más compensación.

Como resultado, cuando se inició la revuelta contra Gaddafi en febrero, existían en Libia 11.25 toneladas del letal gas, de acuerdo con el estimado de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, grupo internacional que colabora de cerca con la ONU.

Hace años que Gaddafi clausuró tres fábricas que producían gas sarín y gas mostaza.

En Washington, altos funcionarios se mostraron escépticos de que el remanente de las fuerzas de Gaddafi se aprestaban a utilizar gas mostaza y siquiera de que lo tenían en su poder. Un funcionario, que pidió el anonimato, expresó la convicción de las altas esferas de que el arsenal de gas mostaza se encuentra bajo adecuado resguardo. Dicho elemento químico, afirmó, se almacena en grandes cilindros que son difíciles de utilizar. Son hechos comprobables que Gaddafi destruyó sus armas químicas más peligrosas y que nunca ha utilizado ofen­sivamente el sarín o gas nervioso.

La mayor parte de los remanentes son obsoletos y muy difíciles de ser utilizados operativamente , afirmó el funcionario estadounidense.

A pesar de todo, esta semana se encontraron en una bodega en Al-Ajelat, a 75 kilómetros al oeste de Trípoli, miles de trajes de protección contra armas químicas y biológicas, así como máscaras de gas, lanzallamas, minas terrestres y marinas, todo ello sin ningún tipo de resguardo.

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