Pelosi deshoja la margarita sobre juicio político

Washington. Los demócratas de la Cámara de Representantes, bajo el liderazgo de Nancy Pelosi, se mueven en la dirección de abrir un juicio político en contra de Donald Trump, algo que parecía descabellado a principios de este año. Al parecer se han dado cuenta de que es difícil resistirse ante tal escenario.

Parece que la líder de la Cámara de Representantes no dirá nada sobre el tema en estos momentos. Seguirá tratando de conciliar a los demócratas que se han dividido. Moverá su cabeza afirmando que los duros de su partido que desean llevar a Trump a juicio tienen razón. Por otra parte, será cautelosa con los miembros de distritos que son vulnerables a perder sus escaños, ya que son tipo swing, es decir, que cambian de color de partido con frecuencia. 

“No estamos en ese lugar”, dijo Pelosi durante una conferencia de prensa el pasado jueves, en referencia al juicio político. La declaración la dijo horas después de que reconociera que las investigaciones de la Cámara podrían llevarlos a “un lugar donde sea inevitable la apertura del juicio político”.

Obstrucción a la justicia

Es cierto que Trump ha puesto a los demócratas en una posición complicada. Están sobre la mesa las intenciones que el presidente tuvo de interferir e interrumpir la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales del 2016.

A pesar de que el secretario de Justicia, William Barr, comentara que él no encontró en la investigación de Mueller pruebas sobre algún tipo de obstrucción de justicia por parte de Trump, algunos demócratas piensan lo contrario.

La Casa Blanca ha bloqueado las solicitudes que han hecho varios comités de la Cámara de Representantes sobre el tema. Trump también ordenó que el abogado de la Casa Blanca citado a declarar ante la Cámara de Representantes, Donald McGahn, no lo hiciera. 

Muchos demócratas piensan que el partido debe de poner todas sus energías en ganar las elecciones del 2020 y evitar una reelección de Trump. Para ellos no hay garantías de conseguir la victoria presidencial. Trump preside una economía fuerte y disfruta del poder que otorga estar al frente del Ejecutivo. El caso contrario implica un riesgo, dado que, de prosperar la decisión del juicio político en la Cámara de Representantes, llegaría al Senado y lo más probable es que no consiga salir adelante porque los republicanos mantienen la mayoría absoluta.

Pelosi sabe que la mayoría de la opinión pública no está a favor de un juicio político. Ella es muy astuta, fuerte y experta. Sin embargo, todo parece indicar que la prueba más difícil de su carrera podría ser el juicio político. 

Muchos aseguran que Trump arrastra al país hacia una crisis institucional.