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Geopolítica

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Republicanos pierden la discusión del gasto

Pese a que existe una percepción negativa acerca de cómo maneja el tema el presidente Obama, un porcentaje similar de republicanos piensa lo mismo de sus congresistas, en una evidente muestra de una profunda división en el partido.

Durante los últimos años, los republicanos en el Congreso se han centrado sin descanso en un único mensaje: Washington -liderado por el presidente Obama- está gastando demasiado dinero y tiene que parar.

Pero, según un nuevo sondeo de The Washington Post y ABC News, dicho enfoque punzante no está ayudando a los republicanos para ganar la discusión sobre el gasto federal, con 67% de los encuestados que desaprue­ba la manera en la que los republicanos del Congreso manejan el gato federal .

Mientras que los números de Obama no son estelares en esa misma cuestión -52% de desaprobación- es considerablemente más fuerte que sus adversarios republicanos; mientras, Washington se prepara para los recortes automáticos por 1.2 billones de dólares, conocidos como castigo presupuestario, que entrarán en vigor el viernes. De hecho, 43% de aprobación general de Obama en el manejo del gasto federal es el mismo número de los que desaprueban el manejo de los republicanos del Congreso.

Como se ha visto en otras encuestas recientes, una parte importante del problema de aprobación general de los republicanos -en este caso, el gasto federal- proviene de las divisiones dentro de su propio partido.

De quienes se autoidentifican como republicanos, 44% aprueba cómo se encarga su partido de las cuestiones del gasto, mientras que 51% lo desaprueba.

Incluso la base del partido es menos entusiasta acerca de cómo el Partido Republicano en el Congreso ha abordado el tema -50% de los republicanos conservadores lo aprueba, mientras que 49% lo desaprueba-. Compare esto con los casi nueve de cada 10 (87%) de los demócratas liberales que aprueban la forma en la que Obama ha manejado el gasto federal.

Aquí hay otra manera de verlo: aproximadamente uno de cada tres (34%) de los encuestados desaprueba el manejo de los temas de gasto federal de Obama y los congresistas republicanos. Es de esperarse que exista desaprobación de ambas partes y que ésta sea mayor entre los independientes -esos indecisos que no encajan perfectamente en cualquiera de los dos partidos-. Pero se equivocaría. Mientras que 40% de los independientes desaprue­ba a ambos actores de este drama, 45% de los republicanos piensa lo mismo (sólo 18% de los demócratas acusa a ambas partes).

La encuesta no es una gran noticia para cualquier persona involucrada en el debate sobre qué tanto debería gastar el gobierno federal y en qué. Cuando la mayoría de la opinión pública estadounidense desaprueba la forma en la que se maneja una de las cuestiones más importantes, no sólo del día, sino de nuestro tiempo, no es bueno.

Dicho esto, los republicanos han centrado su batalla para frenar el gasto federal al frente y al centro de su intento por (re)definir quiénes son como partido. Y, al menos de acuerdo con estas cifras, este esfuerzo aún no ha brindado dividendos, incluso dentro de su propia base.

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