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Río de Janeiro desecha un proyecto de autódromo F1 y ahora planea en su lugar un área de conservación ambiental
La creación de un nuevo circuito para el Gran Premio de Brasil ya había sido aplazada inicialmente por informes ecológicos negativos y por la pandemia de coronavirus.
Río de Janeiro.- La Alcaldía de Río de Janeiro desistió de construir un polémico autódromo para sustituir el circuito de F1 en Interlagos (Sao Paulo) y que proyecta abrir una unidad de conservación ambiental en esa área.
La creación en la Floresta de Camboatá, en la zona oeste de Río, de un nuevo circuito para el Gran Premio de Brasil ya había sido aplazada inicialmente por informes ecológicos negativos y por la pandemia de coronavirus. En diciembre pasado, la F1 prolongó el contrato con Interlagos hasta 2025.
Ahora la administración del nuevo alcalde de Río, Eduardo Paes, quien asumió el cargo el 1 de enero, prácticamente lo enterró.
La Alcaldía pidió el viernes pasado al Instituto Estatal de Medio Ambiente de Río (Ipea) "archivar el proceso de autorización de construcción del Autódromo Internacional de Río en la Floresta de Camboatá", indica el documento.
"Tenemos que hablar de recuperar espacios verdes, y no de destruirlos", agrega.
"Como el proceso era conducido por la Alcaldía, estamos diciendo formalmente que no se le dará seguimiento", indicó un responsable de la Alcaldía a la AFP.
La Floresta de Camboatá, de 160 hectáreas, "alberga 146 especies de flora, catorce de ellas amenazadas, así como 150 especies de aves y 19 de mamíferos", enumeró en el documento el secretario de Medio Ambiente de la Alcaldía, Eduardo Cavaliere.
La construcción de un circuito de F1 en Río era respaldada por el alcalde anterior, Marcelo Crivella, y por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
La empresa Rio Motorpark había vencido en mayo de 2019 la licitación para la construcción del autódromo. Bolsonaro aseguró ese mismo mes que las obras demorarían "de seis a siete meses" y que se inaugurarían con el GP de 2020.
La renovación del contrato con Interlagos fue anunciada el mes pasado por el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, rival político de Bolsonaro.
La pista paulistana acoge de forma ininterrumpida a la carpa grande desde 1990, exceptuando la competición de 2020, suspendida por la pandemia.
Previamente se disputó en Rio en 1979 y entre 1981 y 1989, antes de volver Interlagos, donde se habían realizado sus primeras ediciones a partir de 1972.