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Se encuentran detractores y partidarios de gobierno omaní
Grupos rivales se manifestaron en la capital omaní, Mascate, con protestas que exigen reformas políticas, y partidarios del Gobierno que participaron en un desfile de vehículos.
Mascate. Grupos rivales se manifestaron en la capital omaní Mascate, con protestas que exigen empleos y reformas políticas por quinto día consecutivo, y partidarios del Gobierno que participaron en un gran desfile de vehículos.
Los disturbios estallaron esta semana en Sohar, el principal centro industrial de Omán, en un inusual indicio de descontento en el Estado del golfo Pérsico, gobernado por el sultán Qaboos bin Said durante cuatro décadas, luego de una ola de levantamientos a favor de la democracia en el mundo árabe.
Cientos de autos atestaron el miércoles las calles de la zona que alberga los ministerios gubernamentales en la capital, con los conductores tocando bocinas y los pasajeros sosteniendo banderas del país e imágenes del sultán Qaboos.
"Estamos contentos de que el sultán Qaboos haya respondido a nuestras peticiones de reformas y estoy seguro de que vendrán más reformas en los próximos días", declaró Yaqub Bilal, un residente de Mascate que participaba en la caravana a favor del Gobierno.
El sultán intentó aliviar las tensiones el domingo al permitir 50,000 empleos, beneficios de 390 dólares mensuales para desempleados y estudiar ampliar el poder casi parlamentario de la Shura.
Unas 150 personas se reunieron en una protesta silenciosa fuera del edificio de la Asamblea Shura, un organismo asesor elegido por votación al que los manifestantes desean convertir en un Parlamento.
Portaban pancartas indicando "queremos empleos" y "queremos libertad de prensa".
"Aunque vemos algunas de nuestras demandas respondidas, seguimos necesitando reformas como la remoción de ministros de muchos años de servicio y que la Shura tenga poderes legislativos", sostuvo Rashid al-Sakhri, un ingeniero en petróleo.
El sultán Qaboos, quien ejerce el poder absoluto en un país donde los partidos políticos están vetados, el martes le entregó una mayor independencia al fiscal público y ordenó la creación de un organismo independiente de protección al consumidor para vigilar los precios.
Fueron los más recientes de una serie de pasos modestos luego de que el sultán cambiara su gabinete el sábado, una semana después de que una pequeña protesta en Mascate diera los primeros indicios de que el malestar árabe podría llegar al sultanato.
Los adinerados países del golfo Pérsico prometieron miles de millones de dólares en beneficios estatales y ofrecieron modestas reformas para aplacar a sus poblaciones, influenciadas por las revueltas populares que derrocaron a los líderes de Túnez y Egipto, además de amenazar el poder de Muammar Gaddafi en Libia.
EISS