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Geopolítica

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Se extienden a Omán e Irak protestas sociales

En Omán, la policía reprimió a 250 desempleados, con un saldo de 2 muertos; en Irak el gobierno emplazó al gabinete a hacer mejoras sociales. Las protestas siguen en Líbano, Túnez y Arabia Saudí.

Trípoli.- Las manifestaciones opositoras siguen su curso en los países árabes, como Omán, donde el domingo la policía reprimió a 250 desempleados, dejando dos muertos, o Irak, cuyo primer ministro dio el domingo un plazo de 100 días a sus ministros para hacer mejoras sociales.

Presionado por los manifestantes, las autoridades religiosas y el Parlamento, el primer ministro irakí, Nuri al Maliki, dio un plazo de 100 días a su gobierno para mejorar los servicios públicos y luchar contra la corrupción.

En Amara (sudeste), once manifestantes y nueve policías resultaron heridos durante las protestas.

Mientras tanto, el coronel libio Muamar Kadhafi se aferraba al poder pese a las sanciones de la ONU y a las manifestaciones que lograron controlar ciudades del oeste para liberar Trípoli.

En la capital del país se instalaron puestos de control, en donde sólo circulaban militares fieles de Kadhafi en sus camionetas todo terreno.

Durante el 13 día de la sublevación libia, Gaddafi tomó la palabra para responsabilizar a Al Qaida por las víctimas y para decir que el país está "completamente en calma".

Pero en el este, en Bengaso, la rebelión anunció la creación de un "Consejo Nacional" que representa a las ciudades en manos de la insurrección, en donde, según el Alto Comisionado de Refugiados (ACNUR), ya escasean los víveres y medicamentos.

Médicos presentes en Bengasi estimaron que 256 personas han muerto y unas 2.000 resultaron heridas en el levantamiento contra el régimen mientras que el ACNUR estima que unas 100.000 personas huyeron de Libia por las fronteras tunecina y egipcia.

Al mismo tiempo, en la capital de Túnez se registraban choques entre policías y manifestantes opuestos al gobierno de transición, lo que provocó la dimisión del primer ministro, Mohamed Ghanuchi, que venía enfrentando desde el viernes la presión de la calle con un pico de expresión el viernes cuando unos 100.000 tunecinos, según la policía, manifestaron y un trágico desenlace el sábado cuando murieron cinco manifestantes.

Horas más tarde, el presidente interino de Túnez, Fueb Mebaza, anunció que nombraba al ex ministro Beji Caid Esebsi para suceder a Ghanuchi.

Otros países árabes vivieron también grandes tensiones.

En Yemen, el presidente Alí Abdalá Saleh, cuestionado por manifestaciones multitudinarias, acusó a la oposición de intentar dividir al país y dijo que defenderá su "régimen republicano" hasta "la última gota de sangre".

Mientras tanto, en Bahréin, el grupo chiita del Parlamento confirmó su dimisión en bloque como protesta por los actos violentos que caracterizaron los primeros días de manifestaciones populares en Manama.

En Arabia Saudita, un centenar de intelectuales reclamaron el domingo reformas en el reino, donde se lanzaron en Facebook llamados a protestar.

La tensión continúa en Líbano, donde cientos de personas se manifestaron este domingo en Beirut contra el sistema confesional, mientras que el primer ministro de Jordania se comprometió a hacer reformas al día siguiente de que la oposición amenazó con incrementar la presión.

En Egipto, el secretario general de la Liga Arabe, el egipcio Amr Musa, anunció el domingo que tiene la intención de presentarse a las elecciones presidenciales, mientras que el ex ministro del Interior, Habib al Adli, acusado de lavado de dinero, será juzgado a partir del 5 de marzo.

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