Lectura 2:00 min
Sortea 20 años de cárcel, se suicida
Durante la lectura de su fallo en un caso contra seis croatas bosnios acusados de crímenes de guerra, uno de ellos, el exgeneral Slobodan Praljak, tomó un veneno mientras escuchaba el veredicto: 20 años de cárcel.
La Haya. El Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY) vivió un drama inédito. Durante la lectura de su fallo en un caso contra seis croatas bosnios acusados de crímenes de guerra, uno de ellos, el exgeneral Slobodan Praljak, tomó un veneno mientras escuchaba el veredicto: 20 años de cárcel.
“No soy un criminal de guerra. Me opongo a esta condena”, espetó el exmilitar, de pie, cuando se le leyó la sentencia. Inmediatamente sacó un pequeño frasco de su bolsillo y bebió el contenido. “Acabo de tomar un veneno”, explicó. Volvió a sentarse y quedó desplomado en la silla. El abogado defensor confirmó que su cliente había “tomado veneno”.
El juez que presidía el juicio, Carmel Agius, suspendió la sesión y el personal médico llegó rápidamente a la sala, que fue declarada escena del crimen por las autoridades holandesas.
Praljak, de 72 años, y alto responsable militar de las fuerzas croatas de Bosnia murió en un hospital de La Haya horas después. Los médicos intentaron sin éxito salvar su vida.
Praljak estaba detenido por guardias del tribunal en las horas previas a la audiencia y no queda claro cómo pudo haber accedido al veneno y cómo pudo haberlo introducido en la sala fuertemente custodiada. En realidad, Praljak y los otros acusados llevaban algunos años condenados. El juicio era de apelación. Cuando se produjo el incidente, los jueces ya habían confirmado también las condenas a los demás acusados, quienes recibieron penas de cárcel de entre 10 y 25 años.
Los seis estaban procesados por crímenes de guerra y contra la humanidad durante el conflicto que entre 1993 y 1994 enfrentó a croatas y musulmanes de Bosnia. Los jueces estimaron que los acusados participaron en una “conspiración criminal”, que incluía el régimen de Croacia, dirigida por el presidente Franjo Tudjman, para asesinar o expulsar a la población musulmana con el fin de crear una “gran Croacia”.