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Juanita, la maestra mezcalera que preserva la tradición artesanal
Juanita López Luis, maestra mezcalera de Oro de Oaxaca, ha dedicado casi dos décadas a la producción de Mezcal artesanal, utilizando métodos tradicionales zapotecas
La historia de resiliencia y empoderamiento de la maestra mezcalera Juanita refleja la fuerza de una madre que, a través de la destilación del mezcal, ha transformado su vida y la de su comunidad, mientras preserva un legado cultural invaluable
En el vibrante corazón de los Valles Centrales de Oaxaca, donde el mezcal forma parte intrínseca de la cultura, Juanita López Luis se ha convertido en una figura fundamental para la preservación de este legado. Como maestra mezcalera en Oro de Oaxaca, Juanita no solo produce un mezcal que respeta los métodos tradicionales, sino que ha levantado una bandera de resistencia y empoderamiento en su comunidad zapoteca.
La vida de Juanita ha sido una historia de desafíos y triunfos. “A los 20 años, comencé a aprender el arte del mezcal junto a mi esposo, participando en cada etapa del proceso, desde la selección de los magueyes Espadín hasta la destilación final”, así comentó en entrevista con El Economista.
La separación de su pareja y la responsabilidad de criar a cuatro hijos pequeños le otorgaron una fuerza inquebrantable. En lugar de dejarse vencer, encontró en la destilación una vía de independencia y crecimiento, demostrando que el mezcal no sólo es una bebida, sino una conexión profunda con la tierra y una herramienta de transformación social.
Hoy, con casi dos décadas de experiencia, Juanita ha perfeccionado su conocimiento sobre el mezcal. Cada etapa del proceso lleva su sello personal, desde la cocción del agave en hornos de piedra, pasando por la trituración en tahona movida por su fiel caballo Camilo, hasta la delicada fermentación en tinas de madera, donde cuida con esmero que los microorganismos hagan su trabajo. Su pasión por el mezcal va más allá de la producción: es una defensora de la tradición artesanal, asegurando que la calidad de cada gota refleje la herencia zapoteca.
El impacto de Juanita no solo se mide en las botellas que produce, sino en la comunidad que ha ayudado a empoderar. Mediante talleres y catas, comparte su conocimiento y promueve el comercio justo, apoyando a los agricultores locales y garantizando que la tradición mezcalera perdure en las futuras generaciones.
La historia de Juanita López Luis y su labor en Oro de Oaxaca es un ejemplo inspirador de cómo la cultura, el trabajo arduo y la resiliencia pueden cambiar vidas. Con cada sorbo de mezcal que produce, ella no solo celebra sus raíces, sino que también deja un legado para su familia y su comunidad, garantizando que el mezcal de Oaxaca siga brillando en los años venideros.