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Degradación de Pemex desalienta interés por sus bonos en mercado

Analistas afirman que una nueva baja en las calificaciones de la empresa productiva del Estado mexicano podría darse sí se recorta la nota soberana de México. 0.47% han bajado los papeles de Pemex que vencen en septiembre del 2023 en los últimos tres días.

Las calificadoras de riesgo crediticia degradaron la nota de Pemex, y el precio de sus bonos ha bajado. Foto: Shutterstock

El panorama para la empresa productiva del estado mexicano Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue siendo sombrío, sobre todo después de la reciente degradación en su calificación crediticia por parte de Moody's, de Ba2 a B1.

Lo anterior ha puesto bajo presión los bonos emitidos en el mercado internacional por la empresa petrolera del Estado.

Desde el ajuste a la nota, el 11 de julio hasta este miércoles, los papeles Petróleos Mexicanos con vencimiento en junio de 2035 han caído 4.26%, pero en el año la minusvalía ya es de 30 por ciento.

En tanto, los bonos que vencen en septiembre del 2023 presentan una minusvalía de 0.47% en los últimos tres días; en el acumulado del año esta es de 4.65 por ciento.

Analistas prevén que los papeles de Pemex continuarán deteriorándose ante la incertidumbre de que la petrolera del Estado genere flujos insuficientes para enfrentar sus compromisos de pago.

Carlos López Jones, director de Consultoría en tendencias.com.mx, explicó que esta noticia no es buena para la negociación de los bonos de la petrolera mexicana.

“Evidentemente va a haber una mayor aversión de los bonos porque tienen una menor calificación. Petróleos Mexicanos ya no tiene grado de inversión y aunque las calificadoras consideran que es una inversión altamente especulativa, existe la posibilidad de que en un futuro pueda caer en default o enfrentar un vencimiento que no pague”, dijo. “Estamos en la calificación de eso ‘es probable’”.

Grado especulativo

Las calificadoras estadounidenses de riesgo crediticio Fitch Ratings (BB-) y Moody's (B1), han puesto la calidad crediticia de la empresa petrolera del Estado en grado especulativo, mientras que Standard & Poor’s (BBB) aún la tiene con escala de inversión.

Por ello, especialistas consideran que con estas notas es muy complicado que Pemex se financie en el mercado; si busca hacerlo tendrá que pagar u ofrecer primas más elevadas, como se observó con los bonos que colocó a principios de junio de este año para solventar la deuda con sus proveedores.

Mediante dicha oferta, Pemex planeaba pagar a los inversionistas intereses de 8.75% anual en dólares, pero la puja finalmente fue a una tasa más alta, de 9.25 por ciento.

Carlos López enfatizó que la inversión en Pemex está calificada como “altamente especulativa”.

De ese modo, “si trata de hacer nuevas emisiones puede haber menos interesados porque nadie quiere tomar muchos riesgos, se le va a complicar hacer colocaciones en el mercado”, dijo el especialista.

Reducir su deuda

Luis Gonzali, vicepresidente y codirector de Inversiones en la operadora de fondos Franklin Templeton, comentó que “lo que necesita la petrolera mexicana para mejorar su panorama es reducir su deuda, producir más petróleo y aunque su producción dejó de caer está lejos de los números que se prometieron a principios del actual sexenio”.

Actualmente Petróleos Mexicanos reporta la deuda más alta entre sus pares, la cual asciende a 108,100 millones de dólares. Asimismo, su producción es de 1.775 millones de barriles de crudo diarios y no ha podido incrementarla.

Gonzali explicó que, por ahora, las tres calificadoras de riesgo crediticio mantienen la perspectiva de Pemex como ‘estable’, aunque su nota está muy por debajo de la soberana que se ubica en el umbral del grado de inversión.

“Debido a que Pemex tiene una ‘perspectiva’ estable es probable que veamos a la petrolera con las calificaciones actuales. Dos de las tres grandes calificadoras en el país lo tienen clasificados como bonos especulativos o bonos basura y una con calidad crediticia. Es posible que ya se haya detenido la baja en la calificación de Pemex”, añadió Luis Gonzali.

No obstante, el entrevistado explicó que el riesgo está en lo que pasará al terminar el sexenio actual. Hasta ahora está “muy clara” cuál va a ser la política para Pemex hacia el 2024, pero después de ese año no hay certeza del posicionamiento de la próxima administración.

Si continúa el apoyo incondicional es probable ver una subida en la calificación hacia adelante”, opinó el directivo en Franklin Templeton.

Sin embargo, dijo que por ahora, “es probable ver las calificaciones deprimidas en lo que resta del sexenio”.

Podría haber otra baja

Carlos López explicó que una nueva baja en las calificaciones de Pemex podría darse sí se recorta la nota soberana de México, dada la dependencia y el apoyo que la petrolera recibe del actual gobierno federal. Pero un ajuste a la baja presionaría todavía más la tenencia de los bonos y a la propia deuda de la empresa.

“Si la Alianza Va por México se resquebraja y eso genera incertidumbre, si se abre la puerta a nuevas reformas estructurales que no le gusten al mercado y, en consecuencia, se genere menos inversión, menos recaudación y eso presione a las finanzas públicas del país, con esto último habrá menos dinero para Pemex de parte del Gobierno”, dijo el especialista.

No sólo Pemex y la Comisión Federal de Electricidad sufrieron ajustes a la baja en sus notas crediticias, también Moody’s actúo sobre grandes empresas mexicanas en Bolsa como consecuencia de la reducción en la nota de México (de ‘Baa1’ a ‘Baa2’), el 8 de julio.

América Móvil, la empresa del sector de telecomunicaciones, propiedad del magnate Carlos Slim, sufrió un recorte desde 'A3' a 'Ba1'; para Coca-Cola-Femsa el ajuste fue de 'A3' a 'A2'; y Arca Continental tuvo una disminución de 'A3' a 'A2'. Estas empresas mantuvieron el grado de inversión y la perspectiva se cambio a ‘estable’ desde ‘negativa’.

“Las calificaciones de estas empresas están por encima de la calificación soberana de México, situación que solamente ocurre en circunstancias excepcionales, por ejemplo, cuando los fundamentales de un emisor son más fuertes que los del soberano, y que también refleja su diversificación geográfica, con una gran proporción de sus ingresos y activos fuera de su mercado interno”, justificó la calificadora.

Moody’s destacó que los perfiles crediticios fundamentales de las empresas son más sólidos que los del soberano y la dependencia de incumplimiento generalmente es baja con el gobierno.

judith.santiago@eleconomista.mx

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