Octubre: bocanada de aire a los productores

Tras las enormes caídas de precios que presenciáramos en los granos a partir del mes de mayo en la Bolsa de Chicago, el mes de octubre sin duda vino a ser una bocanada de aire fresco para los agricultores.

Y es que el maíz a marzo que cotiza en la CBOT avanzó un espectacular 16.72% o 21.95 dólares/tonelada, para ubicarlo en 153.24 dólares, que es el que utilizan como referencia nuestros productores del ciclo primavera-verano y que están próximos a iniciar la cosecha y comercialización de sus productos, mientras que la soya y el trigo al mismo plazo ganaron 44.46 dólares/tonelada o 13.05% y 15.98 dólares u 8.92%, respectivamente.

Las razones para estas alzas fueron varias y muy diversas, ya que van desde razones de oferta y demanda, como por ejemplo, el hecho de que a los niveles de precios tan bajos que tocara el maíz, los productores norteamericanos retrasaran la cosecha de su grano con la intención de ahorrarse los costos de secado, o especulaciones sobre condiciones climatológicas adversas en zonas de Sudamérica, hasta, incluso, historias alcistas armadas por los inversionistas (especuladores), que buscaron aprovechar los precios tan bajos para generarse un buen rendimiento, y vaya que lo consiguieron.

A pesar de lo anterior, la preocupación sobre los precios que obtendrán los agricultores mexicanos de sus cosechas para el año entrante sigue presente.

Los productores argumentan que, al nivel de precios que nos encontrábamos a finales del mes pasado y que, baste decir, fueron los menores en los últimos cuatro años, simplemente no es rentable sembrar. Como dicen ellos, no sale.

Y es que a pesar de las fuertes subidas en precios que vivimos el mes pasado, la verdad es que desde un punto de vista fundamental, nada ha cambiado. Las cosechas en Estados Unidos vienen enormes y grano hay mucho. A lo anterior hay que sumarle la desaceleración económica de la Unión Europea y Asia (China y Japón) , además de la fortaleza del dólar, que le resta competitividad a las exportaciones norteamericanas y que por lo tanto genera más inventarios de granos.

Con todo esto, la pregunta obligada es si estamos frente a un cambio de tendencia o simplemente ante una ventana de oportunidad para asegurar estos precios y la rentabilidad de los cultivos para el ciclo entrante, para luego ver de nueva cuenta los precios caer.

Lo anterior sin duda, no solamente preocupa a los agricultores. También es un foco de atención y preocupación para la Banca de Desarrollo y Comercial, que presta recursos al sector agropecuario de nuestro país, ya que esto puede afectar el nivel de colocación de recursos y la recuperación de las carteras.

Es tal la presión que existe por los niveles de precios, que ya diversas organizaciones de productores han estado solicitando al gobierno que se retome y actualice el apoyo del ingreso objetivo en nuestro país, que viene a funcionar como una especie de garantía de precio mínimo a los agricultores, que asegure la rentabilidad de sus cultivos. Hace ya varios años que no se requería de este apoyo, la situación es diferente.

Sin embargo, entre lo que se decide el apoyo, los mercados no esperan. En cualquier momento los precios pueden retomar el camino de las bajas y honestamente, no hay gobierno que pueda subsidiar la volatilidad de los mercados.

Por lo anterior, les recuerdo que esta alza de precios puede ser aprovechada por los agricultores tomando coberturas de precios ya, con todos los subsidios que ofrece el programa de fortalecimiento a la cadena productiva diseñado por la Sagarpa y la banca de desarrollo.

Amigos productores, las oportunidades son para aquellos que tienen la capacidad de reconocerlas y hacerlas suyas.

¡Tomen coberturas ya!

aga@gamaa.com.mx