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Para qué sirve el apalancamiento financiero
La condición necesaria para que se produzca el apalancamiento financiero es que la rentabilidad sea mayor que la tasa de interés de las deudas.
El apalancamiento se define como la capacidad que tiene la empresa para generar utilidades por optimizar el aprovechamiento de sus activos fijos y el financiamiento recibido para obtener beneficios. El apalancamiento financiero es la relación de capital propio y el de terceros que componen un monto total utilizado en una inversión u otra operación, ya sea de un individuo o una empresa.
Esto se tornó una práctica común hasta 2007 en operaciones inmobiliarias que generaron la burbuja que explotó en los Estados Unidos y España y se basó en la teoría de que los precios de las viviendas al alza nunca acabarían. Hasta que un día empezaron a caer.
Un ejemplo de esto es la adquisición de un inmueble a un precio de 100,000 dólares que, al año, se vende por 150,000, lo que equivale a un beneficio del 50 por ciento. Pero, el comprador dispone de sólo 50,000 y pide un préstamo por la otra parte, con lo que el beneficio sería del 100% respecto al capital propio invertido. Ese es un cálculo simplificado ya que al beneficio habría que restarle los intereses abonados a la entidad financiera.
La condición necesaria para que se produzca el apalancamiento financiero es que la rentabilidad sea mayor que la tasa de interés de las deudas. Para calcularlo, es necesario tener dos estados de resultados de dos años consecutivos de inicio y fin de período.
Se tomarán los datos de ventas totales (netas de cualquier impuesto y descuentos), la utilidad operativa y la neta, es decir luego de haber descontado o sumado el costo integral de financiamiento, antes de la participación de utilidades e impuestos.
Como fuente de recursos de terceros se puede utilizar deuda bancaria (préstamos), financiera (obligaciones negociables), o bien mediante margin capital, es decir cuando se tienen bonos y acciones se puede hacer uso de un crédito automático con un aforo (descuento) en función de la calidad de la cartera subyacente.
El apalancamiento utilizando deuda y préstamos viene a acrecentar el capital de trabajo operativo de la empresa, ya que es para financiar la expansión de sus operaciones. Las que tienen ratios de este tipo bajos cuentan con menos riesgo de perder cuando la economía se encuentra en una recesión, pero también son menores las utilidades esperadas cuando está en auge y viceversa.
El sector financiero es el que más abusa del apalancamiento operativo, ya que es peligrosa la tentación de ir en busca de sus límites tolerables en busca de rentabilidad. Cuando el círculo virtuoso de captar depósitos a corto plazo y prestar a largo funciona, los márgenes se multiplican, pero cuando aumentan los problemas de cobrabilidad de los préstamos o se reduce el margen de los costos, pueden ser mayores a lo previsto y darse vuelta el círculo que se transforma en un círculo vicioso, tal como pasó en 2009 en los Estados Unidos.
Si una firma lo usa para financiar sus operaciones y le salen mal, el interés y el riesgo de crédito le generarán pérdidas mayores que si no lo hubiese utilizado. Pero también aumenta el riesgo de la contraparte de la compañía. Por eso, los bancos son los más regulados de la economía.
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