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Primer trimestre del 2015, no tan bueno para las empresas del índice

En un artículo anterior, hablamos de que el primer trimestre del 2015 fue, en apariencia, en términos de los reportes corporativos, el mejor desde la reforma fiscal que entró en vigor en enero del 2014.

En un artículo anterior, hablamos de que el primer trimestre del 2015 fue, en apariencia, en términos de los reportes corporativos, el mejor desde la reforma fiscal que entró en vigor en enero del 2014.

Esto a pesar de que claramente la economía mexicana se desaceleró durante el primer trimestre de este año, si consideramos que el PIB creció 0.4% en el trimestre (1.6% anualizado). No obstante, en términos de rentabilidad de las empresas que componen el IPC, hubo un claro deterioro, como también se dio en otros indicadores como el apalancamiento y la liquidez, veamos.

Ya habíamos comentado que la proporción de empresas con reportes considerados por nuestros analistas como excelentes se duplicó a 18% de las empresas cubiertas -en una muestra de 55 emisoras. No obstante, la proporción de reportes considerados como regulares también se duplicó. Destacó claramente el sector de aeropuertos, donde sus tres integrantes, ASUR, GAP y OMA presentaron excelentes reportes asociados con un mayor tráfico de pasajeros y un control de costos y gastos.

Independientemente del análisis específico de las emisoras, desde hace ya varios años hemos publicado un análisis agregado de los fundamentos de las empresas que componen el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores. Este análisis nos permite identificar tendencias, muchas veces muy claras, que en muchos casos constituyen un indicador adelantado del desempeño de la economía mexicana; sobre todo si consideramos que los ingresos de las 35 empresas que componen este indicador representan alrededor de la quinta parte del PIB nacional. Estamos hablando de las empresas más grandes y mejor capitalizadas de México. Estudiar los fundamentos de este conjunto de empresas nos permite conocer los fundamentos y tendencias en el principal indicador del mercado accionario.

Balance general

Los activos totales crecieron 12.8% año a año (a/a), la mayor tasa de crecimiento desde el 2007, aunque en el trimestre este indicador cayó 0.37 por ciento. El efectivo y las inversiones temporales aumentaron 7.88% a/a, gracias en parte a una débil base de comparación. La llamada prueba del ácido se siguió deteriorando debido a un crecimiento de 19% en el pasivo circulante, que fue mayor a 12% del activo circulante.

Hoy las empresas del índice no tienen los recursos suficientes para hacer frente a sus obligaciones de corto plazo sin rematar inventarios, lo cual constituye una clara presión sobre los márgenes. Los días de inventario se mantuvieron estables en 44.8 días, lo mismo ocurrió con los días de cobro, con lo que se frenó la tendencia a la alza que ha mostrado desde el 2011. Otra mala señal es que después de cuatro trimestres de avances continuos en la cuenta de propiedad, planta y equipo, ésta mostró una reducción de 2.56% t/t, aunque muestra un avance del 9.3% a/a.

La razón deuda neta a EBITDA también continúa deteriorándose, debido principalmente al estancamiento del EBITDA, que se encuentra por debajo de los niveles del I trimestre del 2013.

Estado de resultados y rentabilidad

Las ventas netas 12 meses (12M) alcanzaron su mayor tasa de crecimiento en los últimos dos años, trimestre a trimestre, con un avance de 2.05%, que aunque aún no se compara con las tasas de crecimiento del 2011, constituye una buena noticia, ya que el camino a la recuperación de la rentabilidad empieza con un incremento en los ingresos corporativos.

Por su parte, por cuarto trimestre consecutivo, el EBITDA 12M mostró un desempeño positivo, al crecer 1.93% en el trimestre, superando los niveles observados desde el II trimestre del 2013, aunque 5% por debajo del máximo observado en el III trimestre del 2012. No obstante, el margen EBITDA se ha estancado en alrededor de 21 por ciento. Los dos años anteriores se caracterizaron por un claro deterioro en la rotación de activos. Al iniciar el 2015, esta tendencia se mantiene.

Como consecuencia del deterioro en el margen EBITDA y en la rotación de activos, la rentabilidad a capital invertido (ROIC) se ubica ya en 14.86%, un nivel mínimo en dos décadas de historia de este indicador, donde el ROIC promedio es de 17.5 por ciento. No obstante, este nivel es muy superior al que ofrece el S&P 500, en 2.5%, e incluso al del BOVESPA, que es de 13.58 por ciento.

La rentabilidad de las principales empresas de la Bolsa Mexicana de Valores sigue siendo elevada, pero se encuentra lejos de sus niveles superiores a 20% que mostraba antes de la Gran Recesión. Muy probablemente ya no alcanzará aquellos niveles, pero si logra mantenerse alrededor de 15%, la rentabilidad a capital invertido seguirá siendo atractiva y superior al costo de capital.

*Héctor O. Romero y Ana María Tellería son director general y analista senior, respectivamente en Signum Research.

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