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Riesgo país México, en su menor nivel

Los inversores ponen sus recursos donde les dan mayor rendimiento, independientemente de la situación del país.

El riesgo país, medido a través de los credit default swap (CDS), está en su menor nivel desde noviembre del año pasado cuando se informó sobre la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), destacó Juan Reich, director de Análisis de Grupo Financiero Ve por Más (BX+).

Los CDS son mecanismos de cobertura, una especie de seguro contra el incumplimiento en el pago de un bono.

En el caso de los CDS de los bonos mexicanos, están en niveles de 84.85 puntos, lo que indica que los inversionistas no ven gran riesgo para sacar sus inversiones.

Por su parte, el riesgo país de México, medido a través del Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI+) de JPMorgan, se ubicó en 186 puntos base, lo que implicó su menor nivel desde el 17 de octubre del 2018 y un descenso semanal de 11 unidades, el mayor de las últimas cuatro semanas.

Incluso en lo que va del año el riesgo país de México registra una disminución acumulada de 55 puntos base.

Lo anterior significa que el ánimo de los inversionistas hacia el mercado bursátil y cambiario de México no está afectado por los hechos de violencia de las últimas semanas, afirmaron administradores globales de inversión y analistas financieros.

Sucesos como la liberación de Ovidio Guzmán, la muerte de la familia LeBarón y los decesos de febrero en una toma clandestina de gasolina en Hidalgo, entre muchos otros eventos violentos, no tienen un efecto relevante, al menos de corto plazo, ni cambia la intención de los inversionistas de mantener sus capitales en el país.

“Estamos en 85 puntos (riesgo país de los CDS), la última vez que estuvimos en esos niveles fue en diciembre del 2014 y realmente los inversionistas no están viendo un gran riesgo en el país”, destacó el experto de BX+, quien agregó que se percibieron más riesgos hace un año con la cancelación del NAIM que ahora, con los desafortunados eventos que se han vivido.

En noviembre del 2018, cuando se  anunció la cancelación del NAIM, el riesgo país llegó a 162 puntos, bajó 46% a niveles de diciembre del 2014.

Buscar mejor rendimiento

Los CDS de Pemex llegaron en su punto más alto del año a estar en 379 puntos y hoy están en 241.12 puntos los de cinco años, 36% más bajos, y con el descenso del riesgo país se presentó una recuperación en el riesgo que fue apoyada por temas fundamentales, como la posible firma del T-MEC, lo que ayudó al buen nivel del peso. Mientras que los papeles de la petrolera mexicana a 10 años se ubican en niveles de 332.46 puntos.

Por su parte, el peso llegó a estar el 25 de octubre pasado en 19.02 unidades por dólar y el año pasado el tipo de cambio rebasó los 20.60 pesos por dólar.

“Los capitales no tienen corazón. Los inversionistas y los manejadores de fondos de pensiones buscan los mejores rendimientos”, dijo un administrador de fondos que no quiso ser citado.

A mediano y largo plazos

Sin embargo, manejadores globales de activos destacaron que el tema de inseguridad puede afectar en el nivel de la inversión extranjera directa en el mediano y largo plazos.

Samantha Ricciardi, directora general de BlackRock México, reconoció que la inseguridad es un componente más que los inversionistas analizan los lugares donde van a invertir, pero no es determinante porque ven hacia el largo plazo y los elementos estructurales de un país.

“El tema de la seguridad sin duda es algo que se analiza, que haya certidumbre, transparencia, estado de derecho en donde se va a invertir, pero no por uno o dos eventos entras y sales”, comentó la directiva del mayor administrador de activos del mundo, con 7 billones de dólares bajo gestión.

En ello coincidió otro inversionista global que no quiso ser citado. Comentó que los sucesos de violencia aislados no tienen un efecto relevante de corto plazo. “No ven un mes o dos meses, ven sexenios”, afirmó.

De hecho, consideraron que los elementos macroeconómicos son los que pesan más en las decisiones de inversión, como el crecimiento económico, la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto y la demografía.

Sobre ello, Ricciardi explicó que se debe “saber ver más allá del ruido que se genere. México sigue siendo un país joven y eso indica que todo el crecimiento debe seguir viniendo”.

Aunque un episodio como el de Culiacán o el de la familia LeBarón no puede tirar la Bolsa de valores, el impacto se ve de manera indirecta y responde más a mediano y largo plazos.

Porque si no hay Estado de Derecho la inversión no llega y las empresas no invierten en lugares inseguros.

“No hay una relación directa entre que los inversionistas saquen su dinero de México por temas de inseguridad”, opinó Jacobo Rodríguez, quien es director de Análisis Financiero de Black Wallstreet Capital.

Recordó que la cancelación del NAIM y la polémica por los contratos de los gasoductos sí se reflejaron e impactaron más directamente, porque crearon la desconfianza de que no se pudieran seguir las reglas que ya se tenían pactadas.

Armando Rodríguez, gerente de Análisis de Signum Research, explica que, en general, la percepción de inseguridad afecta el desempeño operativo de las empresas, pero también la confianza y hasta cierto punto la inversión se deteriora.

Puso como ejemplo la situación en la región norte y Bajío, donde la inseguridad generalizada ha afectado la demanda hotelera. Algunas empresas del ramo industrial han expresado impactos negativos, “pero han sido más por situaciones generalizadas y no por hechos concretos como el caso de Culiacán; las empresas no han expresado nada”, sostuvo.

judith.santiago@eleconomista.mx

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