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Se abaratan los papeles de nueva terminal
Robert Shiller, Premio Nobel de Economía 2013, espera que la decisión alrededor del nuevo aeropuerto no sea impetuosa.
La volatilidad llegó a los bonos verdes que emitió el fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
En lo que va de octubre, su tasa de rendimiento refleja un aumento de 59.20 puntos base, al pasar de 6.44 a 7.03 por ciento.
Esta tendencia “refleja un aumento en la percepción de riesgo por parte de los inversionistas y es muy raro en un bono respaldado por una entidad relacionada con un organismo cuasigubernamental”, mencionó Amín Vera, director de análisis económico en Black Wallstreet Capital (BWC).
El fideicomiso, que se creó específicamente para la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, lanzó bonos verdes en tres tramos: el primero por un monto de 1,000 millones de dólares a una tasa fija de 4.372% a 10 años; el segundo por la misma cantidad a una tasa fija de 5.50% a 30 años. La tercera emisión se realizó por un total de 1,000 millones de dólares a una tasa de 3.875% y la última por 3,000 millones de dólares a una tasa de 5.50%, la cual vencerá en julio del 2047.
Este último bono colocado en la Bolsa de Singapur refleja una minusvalía en su precio, en lo que va del año, de 17.82% a 81.46 pesos, desde los 99.11 pesos por papel mostrados a finales del 2017.
Decisión seria
En el marco de la colocación del fondo cotizado en Bolsa, Ossiam Shiller Barclays, Robert Shiller, Premio Nobel de Economía 2013, dijo que espera que no sea una decisión impetuosa como algunas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Espero que lo resuelva de tal manera que los inversionistas que han invertido o lo planean se sientan seguros”, expresó al referirse a la terminal aérea.
Mañana comenzará la consulta ciudadana para determinar si el NAIM se construye en la sede inicial o en la base militar de Santa Lucía.
Ante ello, y conforme se acerca la fecha, el valor de los bonos refleja decrementos. En cuatro días, el precio registró una pérdida de 5.30 por ciento.
“Con una encuesta para ver si cambian la ubicación del aeropuerto, el riesgo inicial que se tenía de generar cierto nivel de ingresos para pagar de regreso aumenta, ya que la nueva ubicación y “el nuevo proyecto” no generan mejores expectativas, sino al contrario”, mencionó un analista que pidió no ser citado.
Agregó que “a mayor riesgo, mayor tasa y a mayor tasa, menor es el precio de un bono”.
Vera ejemplificó que esta pérdida es comparada con la corrección que puede presentar una empresa, ya que “hay inversionistas institucionales que están descontando una cancelación del proyecto”.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México lanzó un Fibra E , respaldado por ingresos aeroportuarios (TUA) y no aeroportuarios de la nueva terminal aérea.
El instrumento fue colocado en marzo y recaudó 30,000 millones de pesos. Los títulos del fideicomiso, que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, no muestran movimientos, ya que siguen reflejando una cotización de 100 pesos por título.
“Las afores siguen manteniendo este fibra y no venden porque los CBFI están respaldados por el TUA. Es por esto por lo que no les urge vender”, expresó.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, cuatro afores —Inbursa, Pensionissste, Profuturo y XXI Banorte— participaron en la emisión del fideicomiso, aportando 13,500 millones de pesos, los cuales representaron 45% de la oferta total.