Un dulce sabor

Vamos a darnos un respiro en los temas de las elecciones y las campañas políticas para hablar de un tema dulce y que a 95% de la población mundial le gusta: el chocolate.

Aunque los elementos positivos del chocolate son que tiene magnesio, un antidepresor del sistema nervioso, antioxidantes que pueden reducir el riesgo de cáncer, ácidos grasos, provenientes de la manteca del cacao, que permite que al cerebro le llegue una cantidad mayor de oxígeno y de que el sabor natural del chocolate es apreciado por las papilas gustativas de la mayoría de los seres humanos, su consumo en exceso es dañino.

Los principales productores de cacao en el mundo están en África, donde se concentra 70% de la producción mundial. Otras regiones productoras importantes son América Latina con 13% y Asia y Oceanía, donde Indonesia por sí misma genera 14% de la producción mundial. Costa de Marfil es el número uno, pues produce más de 38% de todo el cacao que se produce el mundo.

En América Latina, los países líderes en producir la materia prima del chocolate son Brasil, Ecuador, República Dominicana, México, Bolivia, Colombia y Venezuela. Durante el siglo XIX, Brasil fue el mayor productor de cacao del mundo.

El contenido de la grasa del cacao para la elaboración de los chocolates es lo más importante para poder saber si un chocolate es de calidad o no. La regla sencilla de calidad es que un chocolate entre más contenido de cacao tenga, es mejor. Ahí es donde los grandes productores han hecho su imperio, pues la producción de chocolates es distinta a la producción del cacao. Así encontramos que los mejores chocolates del mundo se hacen en Suiza, Holanda, Austria y Alemania.

El problema entre el grupo de países que produce el cacao y el que produce el chocolate está en el tipo de comercio que hay entre ambos.

La contrariedad siempre será que los productores de chocolate no mantienen las condiciones de un comercio justo y los precios que pagan a los productores de cacao son siempre precios bajos y de supervivencia. La proporción del asunto es más o menos la de este ejemplo: un chocolate que en Suiza se vendiera por 5 dólares, probablemente utilizó cacao a cuyo productor se le pagaron 35 centavos.

Para no amargarle el buen momento, le recomiendo que si usted ve un chocolate oscuro, hecho en Brasil, Ecuador o México, cómprelo y disfrútelo sin remordimiento económico. La brecha entre el productor del cacao y el fabricante de chocolate no es tan grande como en Europa.

Recuerde que debemos cuidar al planeta, es el único que tiene chocolate.

*El dr. Eduardo Carbajal es el director del Tecnológico de Monterrey, sede Perú. Su correo es edcarbaj@itesm.edu.pe