Lectura 3:00 min
WeWork aprueba contrasplit de 40 acciones antiguas por una nueva
A fin de aumentar el precio de negociación de los títulos de la compañía, la multinacional advirtió que no emitirá acciones fraccionarias en relación con la operación, por lo que los tenedores de acciones comunes clase A y acciones comunes clase C recibirán un pago en efectivo sin intereses en lugar de acciones fraccionarias.
La multinacional de alquiler de oficinas y espacios de 'coworking' WeWork ha anunciado que procederá el próximo 1 de septiembre a una agrupación de sus acciones (contrasplit) que consistirá en el canje de una nueva acción por cada cuarenta antiguas, con el fin de aumentar el precio de negociación de los títulos de la compañía.
El contrasplit se lleva a cabo principalmente para aumentar el precio de negociación por acción de WeWork y volver a cumplir con un precio mínimo de cierre de un dólar por acción, requerido por la Bolsa de Valores de Nueva York para mantener la cotización del valor.
"Cuando la división inversa de acciones sea efectiva, cada 40 acciones ordinarias de WeWork emitidas y en circulación se combinarán automáticamente en una acción ordinaria de WeWork", ha explicado la compañía.
La multinacional ha advertido de que no emitirá acciones fraccionarias en relación con la operación, por lo que los tenedores de acciones comunes clase A y acciones comunes clase C recibirán un pago en efectivo sin intereses en lugar de acciones fraccionarias.
Asimismo, WeWork ha subrayado que no espera que la agrupación de sus acciones afecte a sus operaciones comerciales actuales o futuras.
Las acciones de WeWork perdían este viernes más de un 18% de su valor en Wall Street, ahondando en el desplome que acumulan desde que llegaron a alcanzar un precio récord de 14,97 dólares el 22 de octubre de 2021, un día después de su debut bursátil.
La semana pasada, WeWork informó de que registró pérdidas de 349 millones de dólares (318 millones de euros) en el segundo trimestre del año, lo que representa una disminución del 39,5% respecto de los 'números rojos' contabilizados por la compañía en el mismo periodo de 2022, advirtiendo también de que "existe una duda sustancial" sobre su capacidad para continuar como un negocio en marcha.
"Como resultado de las pérdidas de la empresa y las necesidades de efectivo proyectadas, combinadas con una mayor rotación de miembros y niveles de liquidez, existe una duda sustancial sobre la capacidad de la compañía para continuar como un negocio en marcha", admitió la multinacional al presentar sus cuentas del segundo trimestre.
En este sentido, WeWork defendió que su capacidad para continuar como negocio en marcha depende de la ejecución exitosa del plan para mejorar la liquidez y la rentabilidad de la empresa en los próximos 12 meses, incluyendo una reducción de los costes de alquiler y arrendamiento a través de medidas de reestructuración y la negociación de condiciones más favorables.
Asimismo, la multinacional señaló la necesidad de aumentar sus ingresos al reducir la rotación de miembros y aumentar las ventas, así como controlar los gastos y limitar la inversión, mientras busca levantar capital adicional a través de la emisión de títulos de deuda o de capital o mediante la venta de activos.
Las acciones de WeWork comenzaron a cotizar en el Nasdaq en octubre de 2021 de la mano de BowX Acquisition, una empresa de compra de propósito especial (SPAC), dos años después de que la compañía se viera forzada en septiembre de 2019 a cancelar su salida a Bolsa, poco después de que Adam Neumann, cofundador de la firma, decidiera dejar el cargo de consejero delegado.