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Opinión

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¿"Aterrizaje suave" en México?

A lo largo de este año, pudiéramos decir que la mayor sorpresa ha sido precisamente que el crecimiento sigue siendo fuerte a pesar de la fuerte restricción monetaria que se ha aplicado.

El término “Aterrizaje suave” es un lugar común en las discusiones en el sector financiero global desde hace varios meses. De hecho, en los últimos días vuelve a tomar relevancia.

Los inversionistas se preguntan si la caída en el crecimiento puede ser moderada y compaginarse con la baja que experimenta la tasa de inflación desde hace varios meses; en otras palabras, la interrogante es si las autoridades lograrán llevar a la inflación a su objetivo sin causar un daño grande en la economía. 

El contexto no es difícil de explicar. La activación de una política monetaria restrictiva para controlar la inflación funciona a través de detener el crecimiento económico, de tal modo la demanda que presiona el alza de precios se difumina y la inflación cede.

En Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) tiene un doble mandato, mantener la inflación estable y propiciar el crecimiento económico a través evitar caídas fuertes en el empleo.

La evidencia en la historia más reciente no favorece la expectativa de un aterrizaje suave. De hecho, la única vez en los últimos cincuenta años en que se logro reducir la inflación si tener una recesión económica fue entre los años 1994 y 1995, en cualquier otra ocasión, un aumento significativo de las tasas tuvo como consecuencia la presencia de crecimientos negativos trimestrales de manera consecutiva.

A lo largo de este año, pudiéramos decir que la mayor sorpresa ha sido precisamente que el crecimiento sigue siendo fuerte a pesar de la fuerte restricción monetaria que se ha aplicado.

El aumento violento de las tasas de interés y la reducción de liquidez a través de la venta de bonos del tesoro en poder de la Fed no han mermado la actividad económica y en especial han hecho poco daño en el sector laboral.

Ahora que hay señales incipientes de debilidad, la interrogante vuelve a surgir: ¿De qué tamaño puede ser el descenso en el crecimiento? Por el momento las señales como le decía son incipientes y pueden cambiar en diciembre. La huelga del sector automotriz pudo haber afectado en octubre las cifras de empleo y producción, por otro lado, las solicitudes por seguro de desempleo han comenzado a subir.

Desde mi punto de vista parece temprano para declarar que vamos hacia un “aterrizaje suave” en la economía norteamericana; tendríamos que ver una agudización en la tendencia de baja de muchas variables que se observó en octubre. Ello implica un llamado a la cautela.

Los inversionistas descuentan con fuerza, me parece desmedida, que la desaceleración en la economía será suficiente para mantener la tendencia de baja de la inflación y no caer en una recesión.

Con ello los bancos centrales podrían cambiar su postura rápidamente e iniciar un ciclo de baja en las tasas de interés.

Si en diciembre los datos de crecimiento, el empleo sobre todo, no son tan malos como se vieron a principios de este mes y al mismo tempo la Fed reitera un mensaje de cautela para el día 13, podríamos ver una nueva decepción en las expectativas y una corrección en los mercados.

El panorama luce interesante para el próximo año, probablemente el daño sobre el crecimiento no sea grande, y la inflación va a continuar descendiendo, lo que es difícil de determinar es cuándo las autoridades cambiaran de postura, no creo que sea pronto y ahí reside la posibilidad de ver muy buenos retornos o un nuevo periodo de ajuste en los mercados.

En México se anticipa que el banco central podría bajar las tasas de interés de referencia tan pronto como en marzo. Reconozco que hay un margen de maniobra dado el nivel tan alto en que se ubica la tasa libre de riesgo.

A muchos ha sorprendido también que el crecimiento no solo desacelera, sino que sigue siendo bastante alto, a pesar de llevar casi todo el año con tasas de interés muy elevadas.

No hay que dejar de olvidar que en nuestro país no hay un doble mandato, tampoco que la evidencia refleja una sensibilidad de la actividad económica menor ante variaciones en las tasas que en Estados Unidos.

En mi opinión es poco útil discutir sobre un aterrizaje suave en México, al final la fuerza en el crecimiento que se percibe en el país depende de lo que pase en el exterior en una buena parte; posiblemente “aterrizaremos” bien si la economía de Estados Unidos logra hacerlo, en caso contrario también veremos aquí algún tipo de decepción.

*El autor es director general de Invex Operadora de Sociedades de Inversión.

perspectivas@invex.com

Twitter: @invexbanco

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