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Avión presidencial: ¿cuánto cuesta guardarlo?
A más tardar en 15 días las secretarías de Hacienda y la Defensa Nacional que encabezan Carlos Urzúa y el general Luis C. Sandoval, respectivamente, deberán hacer público el convenio firmado con la empresa Boeing para el resguardo del avión presidencial, que busca poner en venta el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Ambas secretarías, en primera instancia, negaron tener dicho convenio solicitado por ciudadanos.
Hacienda invocó incompetencia y la Sedena respondió que, luego de una búsqueda exhaustiva, no encontró evidencia documental del convenio.
Ayer, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI) luego de la revisión del caso decidió ordenar a ambas secretarías de Estado que busquen y entreguen la información solicitada por los particulares.
El INAI tiene —a partir de ayer— tres días para notificar su resolución a las secretarías de Hacienda y Defensa y éstas, una vez notificadas, tienen 10 días para cumplir con la resolución del organismo. La resolución es vinculante y se considera inatacable.
Austeridad y transparencia
El comisionado ponente del IFAI, Joel Salas, advierte que conocer el convenio con la empresa Boeing, para resguardar el avión presidencial, dará certeza a la población de las condiciones y costos acordados previos a su venta.
Los ciudadanos —dijo— quieren un gobierno que actúe de manera austera y que sus resultados reflejen el principio de ahorro y austeridad.
La publicación del convenio permitirá poner una cifra clara y concreta de cuánto se ahorra al implementar medidas de austeridad como la venta del avión presidencial y utilizar vuelos comerciales.
Símbolo de despilfarro
“No lo tiene ni Obama” fue la frase con la que el entonces candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, colocó en el imaginario colectivo la dimensión del despilfarro en la que incurrió el gobierno saliente encabezado por Enrique Peña Nieto.
Y al mismo tiempo, la promesa de campaña de ponerlo a la venta y no utilizarlo jamás, en caso de alcanzar la primera magistratura, fue la oferta con la que sintetizó su objetivo de acabar con el dispendio y gobernar bajo el estricto principio de la austeridad republicana.
El avión presidencial José María Morelos, que en un spot de campaña, el hoy presidente de México llegó a afirmar que había costado 7,500 millones de pesos, permanece hoy resguardado en California y bajo un manto de opacidad que no deja ver cuánto cuesta su resguardo ni de qué magnitud son los supuestos ahorros que permite su desuso.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, el costo de la nave fue de 5,213 millones de pesos, de los cuales a la fecha apenas se han pagado 1,622 millones de pesos.
Para este año se habrían previsto 416 millones de pesos para el pago de la anualidad.
La resolución de INAI busca develar el misterio y transparentar la información alrededor del costo que representa el resguardo del avión presidencial, mientras no se coloca a la venta.
Será importante conocer dicho convenio
También sería muy importante conocer los esquemas que se están analizando para deshacerse del arrendamiento financiero con el que se adquirió el avión presidencial y conocer el proceso de venta que se busca realizar.
El INAI tiene razón. Es importante la transparencia para que los mexicanos tengan claros los esfuerzos de austeridad y cómo se traducirán en su beneficio.
¿Recesión en puerta?
Más allá de la mala noticia que difundió Citibanamex al revisar a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana de 1.7% a 1.4% —la tasa de crecimiento más baja para un cierre de año, desde el año 2009— lo más preocupante es que la firma advierte sobre riesgos de recesión económica que llevarían a Banxico a reducir sus tasas de interés.
En general el análisis económico de la institución bancaria registra una visión más pesimista para la actividad económica hacia adelante, con riesgos para la actividad sesgados a la baja.
Y entre ellos identifica (el quinto riesgo) como el más importante el de la ejecución de políticas por parte de la administración de Andrés Manuel López Obrador y cómo enfrentan los retos que se van presentando día con día.
De los cinco riesgos que destaca, en el relacionado a las finanzas públicas, menciona a Pemex como el talón de Aquiles del gobierno mexicano.
Además de que la petrolera continúa con una posición financiera problemática y en rápido deterioro —advierte Citibanamex— tiene una nueva directiva cuyo principal atributo es su cercanía con el presidente de la República, con el mandato de implementar proyectos caros y controversiales. Al mismo tiempo, limita las posibilidades que permitirían a Pemex estabilizar si no revertir la tendencia a la baja en su producción.
ATISBOS
PRONÓSTICOS.- La revisión a la baja del pronóstico de crecimiento de Citibanamex es una más de las ocho que previamente redujeron sus pronósticos: Bank of America Merrill Lynch la rebajó de 2 a 1%; FMI pasó de 2.5% a 2.1%; OCDE de 2.8% a 2.5%; IMEF de 1.8% a 1.7%; Scotiabank pasó de 2.5% a 1.6%; J.P. Morgan de 1.9% a 1.7%; Barclays de 1.9% a 1.8%, y Santander de 2.5% a 1.8 por ciento.