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Banxico e Inegi, dos mujeres
Con el poco protocolario anuncio de la designación de Graciela Márquez como próxima presidenta del Instituto Nacional de Estadística Geografía (Inegi) dos de los más importantes órganos autónomos de México serán encabezados por mujeres.
Serán las dos primeras mujeres que alcancen tales posiciones.
En ambos casos, se trata de mujeres muy cercanas al Presidente de la República. La duda a resolver es si serán capaces de deslindarse del Jefe del Ejecutivo y marcar la invisible pero sólida frontera de la autonomía de las instituciones que habrán de encabezar.
De su actuación dependerá si los mercados, analistas e inversionistas mantienen la credibilidad y confianza en Banxico e Inegi.
Banxico, la institución responsable de la política monetaria de México, cuyo objetivo fundamental es procurar la estabilidad del poder adquisitivo del peso y mantener bajo control a la inflación, será gobernado, a partir del primero de enero del 2022 por Victoria Rodríguez.
A partir de la misma fecha, Graciela Márquez Colín asumirá la presidencia del Inegi.
Este, es el órgano responsable de la generación, difusión y conservación de la información estadística de México y que, entre sus muchas tareas, desde hace una década, tiene la de medir la inflación. A partir del mes de julio del 2011 Banxico dejó de ser juez y parte en materia de combate y medición de la inflación.
Desde ese momento Banxico se concentró en la estabilización de precios. E Inegi comenzó a realizar la medición.
La separación de la medición y el control de la inflación, fue un paso adicional en la misma ruta que se trazó hace 27 años para fortalecer la credibilidad y confianza del banco central y, en paralelo, de Inegi.
El primero de abril de 1994 entró en vigor la reforma al artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mediante la cual se otorgó autonomía al Banco de México y el mandato prioritario de mantener el poder adquisitivo de la moneda nacional.
Banxico ha logrado acrecentar su credibilidad y confianza en México y en el plano internacional.
Inegi, se ha modernizado y ha evolucionado notablemente y a lo largo de los años también ha logrado acrecentar su credibilidad y confianza. Ambas instituciones han marcado su distancia respecto del Poder Ejecutivo. En otras palabras, han hecho valer su autonomía.
Alejandro Díaz de León gobernador saliente, es un ejemplo de estoicismo y enorme estatura intelectual.
Julio Santaella, ha hecho lo propio. Su trabajo ha sido notable y reconocido por los expertos y por quienes cotidianamente observan sus rápidos informes y análisis sobre los diversos indicadores que difunde cotidianamente el organismo.
Banxico e Inegi han sido objetos del ataque directo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y en ambos casos, la respuesta ha sido institucional pero firme.
Inegi, a pesar de los recortes presupuestales que ha registrado mantuvo a sus principales productos y sus datos dejaron ver la cruda realidad provocada por la pandemia y la recesión económica.
Nos informó que con la extinción del Seguro Popular alrededor de 16 millones de mexicanos se quedaron sin servicios de salud. Reveló el crecimiento del desempleo y la informalidad, entre muchos otros datos. Datos por cierto muy incómodos para el gobierno.
De ahí la importancia y la necesidad de que Banxico e Inegi preserven su autonomía.
Rodríguez y Márquez en sus primeras declaraciones han prometido que defenderán la autonomía de las instituciones que encabezarán.
Será la actuación en sus respectivos ámbitos, de Victoria Rodríguez y Graciela Márquez la que con el tiempo resuelva la duda que hoy existe: ¿Mantendrán la autonomía de Banxico e Inegi? Veremos.
Atisbos
De entre los nombramientos presidenciales de ayer, el que “cayó para arriba” fue Víctor Manuel Lamoyi Bocanegra, hasta ayer coordinador nacional de administración y finanzas del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). Será el director general del Banco del Bienestar. Ocurre justo cuando se hizo pública una auditoría que revela ineficiencia y burocratismo en el pago a proveedores por ¡más de 3 mil millones de pesos!