De caligramas y ‘De jaula a pájaro’

Empiezo mencionando a los más destacados de los poetas malditos del siglo XX: Charles Baudelaire (1821-1867), Arthur Rimbaud (1854-1891), Paul Verlaine (1844-1896), Oscar Wilde (1854-1900), Federico García Lorca (1898-1936), Sylvia Plath (1932-1963), Anne Sexton (1928-1974), Charles Bukowski (1920-1994), Stéphane Mallarmé (1842 – 1898), miembros de una generación de artistas franceses, rebeldes… con entornos evocadores y sugestivos; alejados de la lógica y la razón, allegados al escándalo, cerca de lo que en ese entonces llamarían “locura”.

La existencia, creatividad y poesía de todos los antes mencionados han inspirado a Elisa Salas (CDMX) a crear y experimentar por medio de sus caligramas, obras llenas de significados, profundidades y estéticas  que van desde la pequeñez de las estampillas postales  (en colaboración con Correos de México) con la imagen de Benito Juárez hasta la oportunidad de realizar residencias artísticas en Nueva York, Grecia, Portugal y Japón además de su formación con estudios de escultura en la Academia de Bellas Artes de Carrara, en la Toscana en Italia.

Actualmente (hasta el 14 de abril), Elisa la Monalisa (firma de la joven visionaria)  presenta la exposición temporal Caligramas Posmodernos en la Alianza Francesa Polanco de la Ciudad de México en la cual quedó seleccionada de entre 180 propuestas francófonas; en la misma colonia, Elisa recién develó la pieza  “De jaula a pájaro”, una escultura de bronce a la cera perdida expuesta en el corredor a un costado de la Galería Torre del Reloj como parte de las gestiones  culturales de la Alcaldía Miguel Hidalgo.

“De jaula a pájaro”  nos habla de cómo una niña vulnerable se libera y empodera al descubrir la fuerza y el potencial que tiene dentro de ella, representados por un colibrí que se encontraba dentro del hueco que la hacía sentir incapaz; el colibrí simboliza valores como la libertad, el valor, la resiliencia y la aspiración a ser mejor. A pesar de su apariencia pequeña e insignificante, el colibrí es una criatura vital en muchos ecosistemas y tiene una fuerza proporcionalmente inigualable en comparación con otras aves; la niña aprende a apreciar la belleza en los detalles más simples de la existencia al contemplar a la pequeña ave  y descubrir su propio potencial.