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Opinión

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El Covid no se ha ido

Se cumplen ya casi tres años y medio en que el Covid-19 irrumpió en nuestra cotidianeidad. Ha quedado sellado en nuestra memoria el cambio de hábitos, los cuidados y precauciones, las pruebas de detección, las angustias por conseguir las primeras vacunas, las muertes de personas de nuestro círculo y que en general ahora somos más sensibles y conscientes de los riesgos de la salud. Pero también no olvidaremos la irresponsabilidad y demagogia con la que las autoridades sanitarias manejaron la pandemia, emitieron mensajes confusos, desdeñaron el uso del cubrebocas, se tardaron en conseguir vacunas y arrancar una campaña de vacunación masiva, la ausencia de medicamentos, las dificultades para conseguir tanques de oxígeno, camas de hospital y la manipulación de cifras sobre contagios y fallecimientos. Al mayor responsable Hugo López-Gatell lo protege el gobierno para que no rinda cuentas y sea condenado por su proceder criminal.

Gradualmente se ha retomado en el mundo la normalidad -dentro de lo que cabe- con un cierto control. Pero ello no significa que la pandemia desapareció; significa que ya no hay emergencia pandémica.

Prueba de ello es un aumento reciente en contagios con una subvariante de Omicron llamada EG.5.1 (conocida como Eris) que ya tiene presencia en 51 países y está afectando principalmente al Reino Unido y en Estados Unidos a California, Nueva York y Georgia. Produce los mismos síntomas como fatiga y problemas del sistema respiratorio. Aunque tiene una tasa de letalidad muy baja y, al venir de Omicron es menos grave, no se debe menospreciar. Por ello la UNAM hace un par de semanas publicó una advertencia sobre la presencia de EG.5.1 y el repunte respecto al número de casos y positividad de las pruebas de diagnóstico, diciendo que “ello revela que el virus circula ampliamente a nivel comunitario en gran parte del país". Exhortó la UNAM al uso de cubrebocas en espacios cerrados y lugares concurridos. El comunicado fue descalificado por las autoridades y Gatell indicó una vez más que “no es necesario el uso del cubrebocas”.

Afortunadamente un grueso de la población no le hace caso. Vemos que la mayoría lo usa en el transporte público, en tiendas, restaurantes y en hospitales. Hemos adquirido en general un sentido de la responsabilidad y concientización poco visto en otros países. Es particularmente importante extremar precauciones durante las próximas semanas al reanudarse las clases pues se debe evitar un foco de contaminación entre niños.

Asimismo, desde hace más de un año, las autoridades no han puesto al servicio de la población el refuerzo de una vacuna bivalente. Mientras que el esquema de vacunación en Estados Unidos ya va en la sexta dosis, en México en promedio es de tres y el gobierno solo ofrece la cubana Abdalá que no tiene aprobación de la OMS. Nos seguiremos quedando rezagados, pues Estados Unidos en septiembre ya tendrá una nueva bivalente.

Es tan palpable el retroceso cada vez mayor de nuestro sistema de salud. Sería grave tener un repunte de Covid-19. Ante la incompetencia de la autoridad sanitaria, pongamos en práctica como sociedad lo aprendido en la pandemia.

Twitter: @frubli

Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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