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El candidato
Mientras las llamadas corcholatas de Morena se placean por el país en plena campaña presidencial ilegal, la oposición se debate en la forma de echar a andar la alianza tripartita PAN-PRI-PRD y la manera de incorporar a Dante Delgado y su Movimiento Ciudadano para que no se convierta en una cuña del oficialismo en el proceso electoral. Hay quien considera que hay que esperar al resultado de las elecciones de junio en el Estado de México y Coahuila para desde ahí lanzar el banderazo de salida para el 2024.
El tiempo corre en contra de la oposición. Mientras Ebrard, Sheinbaum y López se incorporan a la batalla electoral a lo largo y ancho del país, la fragmentación opositora impide encontrar un denominador común para armar la bandera de lucha contra el obradorismo y la defensa de la República democrática. Foros, Frentes, y un sinnúmero de organizaciones han alzado la voz para impulsar la unidad opositora, pero hasta ahora no han encontrado la fórmula para unir los pedazos del rechazo a la 4T.
Y si el diagnóstico y la propuesta pueden estar presentes ya en la manifestación convocada para el próximo 26 de febrero, la definición de la candidatura presidencial es algo que urge al menos en términos de la formulación de los mecanismos para su designación. Ruido y capacidad de disputarle a López Obrador la narrativa con un discurso que resuene en aquellos sectores afectados seriamente por los desaciertos del gobierno morenista, es lo que se requiere ya.
Acción Nacional tiene la llave para iniciar el proceso. Ahora o después de las elecciones de junio, pero alejado de un cálculo estrictamente partidario que permita al conjunto de la oposición generar un movimiento ciudadano en torno a una figura que encabece la campaña presidencial. Es cierto que una cabeza visible se convertirá en blanco perfecto para las mañaneras del presidente, pero también comenzará a ser identificado como la voz de la reconstrucción democrática y la alternativa al México de hoy, lo que ahora se ve como una lejana posibilidad.
Si la dirigencia del PAN comienza a convocar a las numerosas organizaciones de la sociedad civil opuestas a la 4T a una especie de asamblea popular con el objetivo de encontrar a la figura adecuada para encabezar al movimiento unificador de la alternativa a Morena, empezaremos a percibir la idea de un probable triunfo en el 24, lo que hasta ahora se ve como un fantasma inexistente.
El mayor logro político de AMLO no fue ganar la elección del 2018, sino destruir el modelo de competencia partidario e intentar acabar con el árbitro electoral que pudiese ser un obstáculo en su carrera por consolidar el nuevo régimen autoritario. Si la oposición no actúa rápido y de manera generosa con la voluntad ciudadana, estaremos de vuelta en los tiempos oscuros del caudillo omnipotente.