Lectura 4:00 min
El fracaso en Pemex
Ayer 9 de octubre, compareció el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados. Fiel a su costumbre manejó a su antojo la información que proporcionó a los integrantes de la comisión citada. Al igual que en otras comparecencias, primero narró la declinación que experimentó la producción de crudo de la empresa productiva del estado durante los años previos al inicio de la actual administración, para pasar a presumir el desempeño en los cinco años de la actual administración.
Lo que es destacarse es que al hablar de la producción de 2023, el director de Pemex indicó que el volumen promedio para el año será de 1 millón 886 mil barriles diarios. Aquí es importante señalar que para el Paquete Económico para este 2023, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público había estimado una producción de 1 millón 955 mil barriles diarios. Bajo ese supuesto se aprobó el presupuesto para el presente ejercicio. Adicionalmente, a finales del año pasado, tanto el director de Pemex como el director de Pemex Exploración y Producción, aventuraban que la producción para 2023 se ubicaría en 2 millones de barriles diarios, en promedio.
Pues bien, nuevamente Pemex y sus directivos se quedarán cortos respecto a los volúmenes de producción que han ofrecido a los mexicanos, año con año. La cuestión es que aparentemente en un acto de sensatez y de conservadurismo, Romero Oropeza adelantó a los diputados que para 2024, la producción promedio será de 1 millón 887 mil barriles diarios, muy lejos de aquellos 2 millones 697 mil barriles diarios que alegremente pronosticó el actual director de Pemex en el Plan de Negocios que la empresa dio a conocer en 2019.
Bastaría hacer un ejercicio de revisión de cómo fueron cambiando los estimados de producción, incluso dentro de un mismo año, para confirmar algo que he venido sosteniendo casi desde el inicio de la administración del presidente López Obrador, que la planeación respecto de lo que se podría hacer y lo que se esperaba lograr en Pemex estuvo muy mal hecha, desde el inicio. Ahora nos quieren vender como gran logro que la producción se quede casi un millón de barriles diarios por debajo de lo que la 4T soñó alegremente algún día por aquel ya lejano 2019.
Aparte de eso, solo quiero referirme a la presunción que hizo el director de Pemex sobre el supuesto gran desempeño de Pemex en el mercado de gasolina al menudeo. Faltaba más, después de la forma grosera y abiertamente a favor de Pemex con la que ha actuado la Comisión Reguladora de Energía para frenar el otorgamiento de permisos para la importación y venta de gasolina, lo único que puede esperarse es que el monopolista recupere músculo. No es para presumir.
En síntesis, los datos que reportó ayer a los diputados el director de Pemex simplemente apuntan a un importante fracaso de la administración del presidente López Obrador para hacer de Pemex una punta de lanza para el desarrollo del país, nuevamente. Se invirtió muchísimo dinero de los contribuyentes a cambio de un resultado mediocre, que no curó los males de Pemex y solo postergó los problemas para los siguientes años. Al final, López Obrador no tendrá nada que presumir respecto a Pemex, que fue su gran apuesta todo el sexenio. La triste lección para el presidente es que después de miles de millones de dólares mal invertidos, no le quedará otra que reconocer que producir petróleo si tiene ciencia. ¿Hará un spot de televisión para reconocerlo?
*El autor es economista.
@GerardoFloresR