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El juego de las corcholatas
Así como si nada los tiempos electorales se adelantaron, el bloque morenista y la oposición tienen sendos procesos internos que, sin llamarlas precampañas o elecciones primarias, tienen por objeto designar a su abanderando presidencial.
Llama la atención la celeridad del presidente Andrés Manuel López Obrador para designar a su sucesor, en los rituales antiguos, el presidente en turno retrasaba al máximo la postulación, sabedor que una vez que hay precandidato su poder empieza a decaer.
El que sabe de política es Andrés Manuel y sus motivos tendrá para adelantar los tiempos políticos, a pesar de que la experiencia habla de los efectos nocivos que se tienen cuando dos poderes conviven en el escenario político mexicano.
En el proceso interno de Morena, ¿quién es el personaje que le garantiza mayor continuidad a AMLO? Existe un consenso que es Claudia Sheinbaum, así como que el plan B, ya convertido en plan X, era Adán Augusto López.
Sin embargo, más allá de las reglas de la política morenista y del cálculo político del Lic. Andrés Manuel López Obrador, la verdad es que atendiendo a la historia de nuestro país, nadie le garantiza nada. Una vez que morena designe a su precandidato, comenzará el declive, el de jefe máximo de la cuarta transformación.
Será muy emblemático cómo coexistirá el aspirante morenista con AMLO sin robarse reflectores, destruirse políticamente o mandar mensajes encontrados para la grey morenista.
Más ahora que la popularidad del presidente AMLO va en picada, en el último mes perdió 4.5 puntos. Si bien todavía mantiene un respetable 56% su descenso ha sido dramático.
La cultura del tlatoani, que AMLO conoce muy bien, nos hace pensar qué escenarios son poco favorables para desarrollar maximatos presidenciales.
La irrupción de un candidato cohesionador en la oposición complica el panorama, antes de Xóchitl Gálvez, parecía que con un mucho de sumisión y poco talento le bastaba a Morena para ganar.
Si bien Gálvez, inicia con un modesto 25-30% en las encuestas, también es cierto que morena se estancó en un nada despreciable 40-50%; sin embargo, parece que existe mayor espacio para el crecimiento de la alianza opositora en detrimento de morena.
Querido lector, en el juego de las corcholatas, ni AMLO, ni su sucesor —quien quiera sea— ganan, habremos de esperar si la oposición lo capitaliza o se siguen destruyendo solos. Hasta la próxima.