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Opinión

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El multilateralismo erosionado

El  multilateralismo en las relaciones internacionales fue un gran invento político después de la Segunda Guerra Mundial para lograr la paz, el progreso y la libertad. Sin embargo, desde su instrumentación llevó el problema de la intervención predominante de las grandes potencias que no renunciaron a su dominación, si bien menguante con los años.

El gran reto mundial para tener un multilateralismo político consistente y creíble es afianzarlo en sus principios e instrumentos, mismos que fueron diseñados con talento e imaginación. No se trata de crear nuevas instituciones, sino fortalecer y darle credibilidad a las existentes.

El mundo vive ahora en un Estado de asombro por la invasion rusa a Ucrania y la anexión de cuatro territorios ucranianos. La Asamblea General de la ONU condenó la ilegalidad realizada por el gobierno de Putin y le exigió un revés. Lo lamentable es que la invasion continúa a pesar de ser una violacion al derecho internacional. El rechazo a la ONU ha planteado la necesidad de negociar la paz entre los países involucrados, pero los intentos de disuasión han fallado. Lo peor es un país destruido, la muerte de miles de seres humanos y la emigración de millones de personas.

La escritora yugoeslava Dubravka Ugresiv define así las cosas: "La guerra de Ucrania es una vergüenza y una derrota de la humanidad (...) el objetivo de cualquier guerra es siempre el dinero, el poder y el territorio". Los refugiados que arrojan las guerras tratan igualmente de seguir olvidando mientras tratan de continuar recordando la tragedia.

El cambio climático es otro problema global. La ONU ha convocado a reuniones internacionales para responsabilizar a los países en el cumplimiento de metas que se han establecido de manera conjunta. Sin embargo, los resultados distan mucho de ser satisfactorios.

En la reciente reunión celebrada en Egipto se planteó la pregunta: ¿Quién paga por el cambio climático? Los países del tercer mundo pidieron justicia y recursos para hacer frente a sus calamidades climáticas. Les asiste la razón debido a que los paises que integran el G-20 son los causantes del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos países deberían apoyar  a los países pobres a realizar sus transiciones hacia una economía verde.

Las instituciones internacionales viven momentos difíciles de ambigüedad, reflejo de que los países que ejercen el liderazgo internacional están en conflicto.

Estados Unidos tiene una competencia estratégica con China, tanto política como económica. Y la invasión rusa a Ucrania ha reforzado la posición de Estados Unidos como aliado de Europa. Rusia y China socios transitorios, tienen vulnerabilidades por el fracaso ruso en Ucrania, que detiene a China es sus amenazas bélicas contra Taiwán. Europa paga caro su dependencia con Rusia, decidida en el pasado, por el suministro de energéticos. La OTAN  sigue el principio señalado por su primer Secretario General, Hastin Ismay de "mantener a Estados Unidos, dentro; Rusia fuerza y a Alemania debajo".

smota@eleconomista.com.mx

Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.

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