Elección de Estado

Contra lo que anhelaba López Obrador, ahora puede esperarse una elección competida con la posibilidad de que Morena salga derrotada. Ante este escenario, AMLO diseña una elección de Estado que él mismo manejará todos los días desde su tribuna mañanera, aunque con ello violará la ley. Para una elección de Estado, cuenta con todo tipo de marrullerías e ilegalidades como votos inducidos con apoyos clientelares, canalización de recursos de dependencias oficiales, descalificación constante a la candidata opositora, y en algunas zonas, las amenazas de aliados oficialistas.

Con diseño de encuestas falsas, buscará transmitir la sensación de que ésta ya es una elección ganada de antemano para así desincentivar la participación en las urnas. El abstencionismo es un fuerte aliado de una elección de Estado. Para contrarrestar lo anterior, es fundamental promover el voto, sobre todo en la población joven, para que una ciudadanía consciente salga a votar masivamente por la candidata de oposición.

El Presidente podrá inclusive pensar en echar a andar el ya bien ensayado “camino Anaya” para sacar a XG de la contienda debido a supuestas violaciones judiciales. Ya el equipo de abogados de la futura candidata debe estar preparado para esta eventualidad. Por otro lado, XG deberá ser muy cuidadosa de aquí al 5 de noviembre para no incurrir en actos “adelantados de campaña” y poner así en riesgo  su registro.

En otras tareas no menos importantes, los tres partidos del Frente Amplio por México (FAM) deberán llevar a cabo la compleja negociación para designar a sus candidatos a diputados, senadores y gobernadores y mantener amalgamado al Frente. Desde luego resulta crucial la elección de la CDMX. Para esa candidatura por parte del FAM se habla de Santiago Taboada, alcalde de Benito Juárez desde 2018; Adrián Rubalcaba, alcalde de Cuajimalpa; de la actual alcaldesa en Álvaro Obregón, Lía Limón; de la aguerrida senadora Kenia López Rabadán e incluso de la controvertida Sandra Cuevas, la delegada de Cuauhtémoc. También se dice que Enrique de la Madrid podría ser un contendiente. Por el lado de Morena, su carta más fuerte sería Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa quien la primera vez llegó a la alcaldía mediante la maniobra del “Juanito”. Es aliada de CS y ha gobernado una de las alcaldías más complejas. Es la de mayor experiencia frente a otras posibilidades que se han mencionado. Designar a Omar García Harfuch mandaría una señal negativa al convertir en gobernante a un perfil policial. Ricardo Monreal es ya un cartucho muy quemado dentro de Morena. Asimismo, dentro de la lógica morenista, la postulación de Mario Delgado sería difícil de comprender.

Finalmente al momento de escribir estas líneas, aún no se conoce la decisión de Ebrard. Sea cual sea, Ebrard será, en alguna capacidad, un actor político a tomar en cuenta en este proceso electoral.

Hace ya muchas décadas que no hemos tenido una elección de Estado. A AMLO no le interesa el retroceso democrático que ello representaría; su afán es, a como dé lugar, impulsar un Maximato populista y autoritario. Depende en gran parte de nosotros, la ciudadanía, evitarlo.

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